El arte de la autogestión te permitirá convertirte en una persona equilibrada y completa que camina con valentía por la vida y disfruta cada día. Para dominar este arte, debe observar su comportamiento en una situación determinada.
Instrucciones
Paso 1
Obtenga emociones positivas. Quizás disfrutes viendo películas espeluznantes. Pero después de varias vistas seguidas, comenzará a retroceder ante cualquier sonido inesperado, por ejemplo, una llamada telefónica. Por lo tanto, trate de concentrarse en impresiones agradables, sonrisas y un estado de ánimo positivo. Comunícate más con gente alegre y pronto notarás que tú mismo te estás convirtiendo en una persona alegre.
Paso 2
Por supuesto, pueden suceder cosas en la vida que abrumarán su paciencia y lo harán sentir muy molesto o enojado. En esos momentos, manténgase alejado de sus seres queridos a quienes pueda ofender sin ningún motivo. De lo contrario, toda la ira se derramará sobre cabezas inocentes, porque no importa cómo reprimas tus emociones, tarde o temprano se harán sentir. Para que esto no suceda de repente, permítase una descarga emocional: practique deportes o cualquier trabajo físico con regularidad, vaya a un partido de fútbol, donde pueda “animar” a su equipo favorito, y al mismo tiempo aliviar el estrés.
Paso 3
Es muy difícil controlarse a sí mismo durante situaciones de conflicto o cuando se le provoca un comportamiento agresivo. Para no convertir la disputa en un bazar, intenta razonar tus respuestas y exigir lo mismo al interlocutor. Si siente que está empezando a perder los estribos, tómese un descanso, por ejemplo, tome un sorbo de café. Habla con firmeza y decisión, pero no grites aunque te estén gritando. En este caso, es mejor usar una reacción defensiva y mientras continúa un monólogo tan ruidoso, imagine un interlocutor ruidoso con orejas grandes o nariz de payaso. Esto inevitablemente te hará sonreír, lo que significa que te ayudará a relajarte.
Paso 4
Haz algo a diario para mejorarte. El lema de todas las personas que han logrado mucho en la vida se formuló hace mucho tiempo y es bastante simple: "No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy". Este principio de vida te enseñará a tener tiempo en todas partes, a organizarte, y también te ayudará a ver muy rápidamente los resultados de tu propio trabajo. Haz planes y sígalos, sin olvidar dejar un lugar para un merecido descanso.