Se pasa la primera cita y en la siguiente debes hacer todo bien para no alienar a la pareja que ya está interesada en ti. Los científicos que han estado estudiando el comportamiento y los psicotipos de varias personas durante mucho tiempo han identificado las reglas básicas del comportamiento en una cita.
Mira pero no mires
El contacto visual es genial, incluso asombroso. A las chicas les encanta cuando los chicos las miran a los ojos con valentía. Está emocionada por tanta atención, se siente halagada. Pero en todo lo que necesita saber cuándo detenerse. Usa la regla del 11-1. Cuando una chica te dice algo, mírala durante once segundos y luego mira hacia otro lado durante un segundo. Esto le mostrará que la estás escuchando con atención, pero tampoco la avergonzará.
Hacer monos no es dañino
Al contrario, es útil. Los científicos holandeses han demostrado que el mimetismo puede someter al interlocutor. En resumen, el punto es este: la imitación en acción ayuda a dejar claro al interlocutor que lo estás siguiendo de cerca, prestando atención. En resumen, en la misma longitud de onda. Por tanto, si la niña hace un gesto, repítelo. Si fue a un café o restaurante y ella pidió algo, pida lo mismo. Simplemente no repitas todo. De lo contrario, corre el riesgo de verse demasiado femenina.
Dale de comer dulce
También funciona con hombres. Cuando una persona come dulces, el mundo que lo rodea parece más brillante, el estado de ánimo es mejor y las pequeñas cosas no son tan desagradables. Si tiene alguna irregularidad en el carácter o la apariencia, pida un pastel o un pedazo de pastel en una cita. Gracias a la endorfina, la hormona de la alegría que se produce cuando una persona ingiere dulces bocado tras bocado.
Piernas como indicador
Quita los ojos de su rostro al menos un par de veces y mira sus piernas. Si te están mirando con sus calcetines, entonces da un suspiro de alivio. Si no, empieza a preocuparte. Dado que las piernas están demasiado lejos de la cabeza, son difíciles de controlar. Y a veces los calcetines de los pies son más verdaderos que las palabras y las expresiones faciales. Suena loco pero funciona.