Cualquier padre quiere que su hijo estudie bien, y el papel del maestro en este proceso difícilmente puede subestimarse. Sin embargo, los profesores también son personas, con carácter y forma de comunicación propios. Y es mejor desde los primeros días asegurarse de que el niño y su maestro hayan encontrado un lenguaje común y que se desarrolle una buena relación de confianza entre ellos.
Instrucciones
Paso 1
En primer lugar, el padre debe poder demostrarle al niño que lo apoyará en cualquier situación. Muchos creen que no hay nada de malo en el conflicto entre el alumno y el maestro, y comienzan a hacer sonar la alarma después de que el niño tiene una neurosis y se niega rotundamente a ir a la escuela. Es mejor no traer esto a esto, especialmente porque en las primeras etapas del conflicto, la situación se puede resolver simplemente con una conversación.
Paso 2
Asegúrese de asistir a las reuniones de padres y maestros, incluso si sospecha que escuchará algo desagradable sobre su hijo allí. Si hay algún malentendido entre el alumno y el maestro, quédese después de la reunión y hable con el maestro sobre este tema. Lo más probable es que esto ya sea suficiente para resolver el conflicto. El maestro se respeta a sí mismo y no estará fundamentalmente en enemistad con el alumno de primer grado.
Paso 3
Invite a su hijo a hablar él mismo con el maestro, especialmente si su hijo o hija está en la escuela secundaria o incluso en la secundaria. A muchos educadores les gustan los niños independientes que intentan resolver sus problemas sin obligar a sus padres a hacerlo. Es probable que el profesor y el alumno encuentren un lenguaje común sin su intervención.
Paso 4
Trate de no sacar conclusiones categóricas. No le diga a un niño que le cuenta sobre un conflicto con un maestro que un adulto no puede estar equivocado y que el niño es el culpable del conflicto. Ni siquiera regañe a su maestro delante de un niño. El alumno debe saber que su maestro es respetado en la familia.
Paso 5
Si ocurre un conflicto y las partes se niegan a escuchar las opiniones de los demás, intente involucrar a un psicólogo escolar como "experto independiente". Un especialista competente le ayudará a salir del conflicto sin perder la dignidad tanto del bebé como del adulto.
Paso 6
Como último recurso, si la comprensión no funciona de ninguna manera y el maestro y el estudiante se han convertido en enemigos de sangre, piense en transferir al niño a otra clase o incluso a otra escuela. Esto salvará los nervios de su hijo o hija, así como a usted y al maestro.