Para un niño pequeño, la madre representa el mundo entero. Él está listo para comunicarse con ella durante todo el día, confiar en todos sus pensamientos y deseos. Sin embargo, el bebé madura gradualmente. Y encontrar un lenguaje común con una hija adulta a veces es mucho más difícil que con la niña que alguna vez fue.
Instrucciones
Paso 1
En primer lugar, acepte que su hija es adulta. Ella, como cualquier otra persona, tiene su propio espacio personal, que no debe ser violado sin permiso. No vengas a visitarla sin una llamada previa, no te endereces la bufanda cuando te pida no hacerlo, no intentes de ningún modo obligarla a comerse otro par de bocadillos y un plato de borscht. En general, trátela como trataría a cualquier persona a la que respete.
Paso 2
Los valores de vida de la niña pueden ser diferentes a los suyos, porque su formación fue influenciada no solo por la familia, sino también por todo el mundo que la rodea. Su hija puede apoyar un partido político que no le agrada, convertirse en adherente de otra religión o volverse atea, y es poco probable que pueda obligarla a cambiar de opinión. Y si no hace esto y acepta a su hija tal como es, se elevará significativamente en sus ojos.
Paso 3
Lo más probable es que usted y su hija tengan pasatiempos diferentes. Sin embargo, intente observar más de cerca lo que le gusta. Quizás te dejes llevar por el mundo de las series de televisión modernas. O resulta que los álbumes de recortes populares no son menos interesantes para ti que el punto de cruz. Si tiene pasatiempos comunes, habrá temas de conversación.
Paso 4
Cuando era niña, podía darle consejos a su hija en cualquier ocasión. Ponerse un sombrero, quitarse una blusa demasiado reveladora, no comunicarse con ese chico, hacer ballet, no deportes ecuestres: usted se preocupaba por el bienestar de su hija y ella lo escuchaba. Ahora debes aprender a dar tus recomendaciones solo cuando tu hija te lo pida. Qué tipo de deporte debería hacer, qué ponerse y con quién ser amiga, ya lo decide por sí misma.
Paso 5
Dígale a su hija directamente que le gustaría llevarse bien con ella. Ambas partes deben trabajar en la relación. Además, la niña puede tener un par de ideas sobre qué actividad podría unirlos.