En el ámbito de las relaciones humanas, no existe un algoritmo único de acciones. Cómo actuar en una situación determinada depende completamente del individuo. En sus acciones, algunas personas suelen guiarse por la forma en que otras las tratan y se comportan de acuerdo con las expectativas.
La esencia de las acciones
Al decidir cómo interactuar con una persona en particular, algunas personas le corresponden. Si se ofenden, pagarán lo mismo e intentarán pinchar al individuo a cambio. Y cuando han hecho algo bueno, expresan su favor. Pero luego resulta que todas las acciones de estas personas están controladas por otros. Esta es una especie de manipulación.
¿Es realmente que otros individuos deben decidir por él si ser bueno o malo, hacerle bien o soportar el dolor?
Una persona verdaderamente sabia entiende esto y responde al mal con el bien, porque no quiere ir en contra de su naturaleza. Además, recuerda el principio del bumerang y no va a estropear su karma debido a personas sucias, groseras, infelices y desequilibradas. Un aura especial reina alrededor de una persona que está sintonizada con la bondad. Y un individuo que ha cometido mezquindad, incluso en forma de venganza, coloca una pesada carga sobre su alma.
Cambiar el mundo
Piense en cómo sería la vida en la tierra si la gente fuera positiva. Puedes hacer el mundo un poco mejor, y al mismo tiempo mejorar, si te concentras en la bondad y decides no prestar atención a las pequeñas cosas molestas y las pequeñas quejas.
Probablemente hayas oído hablar de la ola de bondad, cuando una persona hace una buena acción así, no en agradecimiento ni a cambio de un pago. Un individuo que se ve afectado por las acciones de esta persona primero se sorprende y luego busca cometer ese acto él mismo. Además, puede dirigirlo a una tercera persona, lo que significa que no se da un buen paso a cambio del beneficio recibido.
Actuando con buenas intenciones, no solo lanzas esa ola, sino que también estimula la llegada de todo lo mejor en tu vida, porque lo similar atrae lo similar. Vale la pena señalar que te sentirás maravilloso al mismo tiempo, porque tu corazón cree: estás haciendo lo correcto. Resulta que esta es una forma de lograr la armonía en el alma, que es una de las condiciones para la felicidad.
Relaciones con la gente
Si aplica esta teoría en la vida, vale la pena discutir algunos de los matices. Estar comprometido con las buenas obras no significa en absoluto que debas permitir que otros te utilicen y, a tu costa, lograr tus propias metas.
No dejes que tus acciones te hagan daño.
Se trata de no guardar el mal en tu corazón. Liberado del resentimiento, la rabia, la agresión, la decepción, te sentirás mucho más fácil. Estas emociones negativas destruyen tu personalidad y arruinan tu estado de ánimo. Parece que te comen por dentro. Por lo tanto, no se deben permitir que entren en su corazón.