Solíamos asociar la confianza en nosotros mismos con la buena apariencia, pero los científicos han llegado a una conclusión completamente diferente.
La sociedad moderna está obsesionada con el atractivo físico, por lo que no es de extrañar que exista una idea errónea sobre la relación entre la belleza y la confianza en uno mismo. Un grupo de científicos decidió estudiar con más detalle los factores que afectan el nivel de autoestima y llegó a la conclusión de que la belleza física aún no es lo principal.
De hecho, resultó que esta confianza en sí mismo hace que una persona sea hermosa, y no al revés. Pero, ¿cómo puedes tener confianza cuando hay tantos estereotipos específicos sobre la apariencia de una mujer o un hombre? Sin embargo, podemos recordar fácilmente a un número bastante grande de personajes famosos cuya apariencia, por decirlo suavemente, no encaja en el marco tradicional. Y todos tenemos conocidos increíblemente hermosos que tienen grandes problemas con su autoestima.
Las personas realmente seguras de sí mismas se centran en sus objetivos de vida y prácticamente no recuerdan el atractivo externo. Se mueven en la dirección de sus sueños y tratan de hacer las cosas a cualquier precio. Como resultado, se conocen a sí mismos, aprenden a confiar en sí mismos, descubren algo nuevo en el mundo y en su propio carácter. Todo esto sirve como una excelente herramienta para desarrollar la confianza en uno mismo. Convencido de que en realidad puede hacer cualquier cosa, una persona adquiere esa inquebrantable confianza en sí mismo, que, a diferencia de una apariencia atractiva, permanecerá con él hasta su muerte.
