Todo el mundo conoce los componentes de la simple felicidad femenina: padres sanos, una casa llena de matorrales, niños inteligentes y un hombre cariñoso y cariñoso cerca. Pero pocas personas recuerdan que tal felicidad rara vez recae sobre la cabeza de uno así.
La capacidad de tomar decisiones siempre está a tu favor
La capacidad de tomar decisiones, guiada por la intuición y la voz interior, distingue a una mujer feliz. Entiende que está sola en casa y, lo más importante, para complacerse a sí misma.
Nadie puede afectar significativamente su estado de ánimo y sentido de sí mismo
Complacer a todos a la vez no es primordial para una mujer feliz, por lo tanto, la opinión y las palabras de quienes la rodean no la conmueven particularmente. No puedes hacer felices a todos.
Ella hace lo que considera importante para ella
La autorrealización es más importante que satisfacer las expectativas de los demás. Una mujer feliz no hará lo que no le gusta, solo para complacer a alguien.
Ella siempre se elige entre ella y el hombre
Muchas mujeres aceptan los principios patriarcales, entregándose por completo a un hombre y olvidando por completo que una mujer también es una persona. Las mujeres felices nunca harán esto. Su elegido debe entender y apreciar que tiene sus propias pasiones y pasatiempos que son importantes para ella.
Tiene su propia compañía e incluso fans
Una mujer feliz no se aísla de sus amigos, iniciando una relación con un hombre, y él debe entenderlo y aceptarlo. Además, debería aceptar el hecho de que hay hombres que la admiran. Esto es parte de la vida de una mujer hermosa y solo debes darlo por sentado.
Hay cosas que ella no discute
Por ejemplo, problemas personales o algunos secretos. No es una llorona y simplemente prefiere no hablar de lo que los demás no necesitan saber. Esta actitud la vuelve misteriosa.
Ella no se deja humillar
Tiene sus propios principios y valores a tener en cuenta. Ella hace lo mismo con los principios de otras personas, sin permitirse reír o desafiarlos.
Ella se ve decente y segura
La mujer feliz no ahorra en cosméticos, zapatos y ropa interior. Estas pequeñas cosas la hacen lucir verdaderamente elegante, hacen que su maquillaje sea caro y de alta calidad, y también le dan confianza en sí misma.
Se comporta con dignidad independientemente de la situación
Una mujer feliz y sabia no es histérica ni manipuladora; piensa con calma y se comporta con moderación. Es este comportamiento el que se gana el respeto de los demás.
Ella cree que se merece lo mejor
Y esto se aplica no solo a la ropa, los zapatos o la comida. Ella selecciona cuidadosamente a los mejores amigos y al mejor compañero de vida. Una mujer feliz entiende que todo lo que se necesita llegará tarde o temprano y no acepta un análogo barato.