La mala vista afecta el estilo de vida de una persona, su estado psicoemocional. Para ver el mundo que nos rodea y las personas, es necesario utilizar ópticas especiales: gafas, lentes que corrigen defectos visuales congénitos o adquiridos.
Pérdida de la vista
Una persona puede perder la vista a cualquier edad. Los años pasan factura, los músculos oculares se vuelven menos elásticos y la claridad de la imagen desaparece. Violación de las reglas de seguridad, un accidente, los detalles del trabajo, la herencia: estos factores pueden afectar el hecho de que una persona comience a ver mal. Esta situación impone una serie de restricciones, que dependerán del estilo de vida habitual de la persona y del grado de pérdida de visión. En cada caso, es necesario someterse a un examen por parte de un oftalmólogo. Es él quien puede evaluar la gravedad del problema, ayudar a encontrar una salida a la situación, hacer un pronóstico para el futuro y prescribir un tratamiento.
Restricciones para personas con discapacidad visual
La mala vista puede ser el motivo de la negativa a contratar, la negativa a obtener una licencia de conducir. Las personas con discapacidad visual comienzan a llevar una vida aislada, porque tienen miedo de salir a la calle. Desafortunadamente, en Rusia, las carreteras, los edificios, las entradas, las calles no tienen equipamiento para personas con discapacidad. Es este hecho lo que convierte a una persona en un ermitaño. Da miedo salir, parecer indefenso, pedirle a extraños que crucen la calle o leer un anuncio. La mala vista no le permite participar en su pasatiempo favorito: tejer, coser, bordar. Es difícil leer periódicos y libros.
La mala visión no es una sentencia
La mala visión no empeora a una persona que a otras. Esta es solo una especie de limitación que debe aceptarse. Una persona debe comprender que el camino de la vida se desarrollará de una manera diferente y no es necesario que se acabe. La medicina moderna ha avanzado mucho. Las nuevas tecnologías permiten restaurar parcial o completamente la visión y aliviar la afección.
Hay formas que ayudan a mejorar la calidad de vida de una persona con mala visión: anteojos, lentes, lupas, dispositivos especiales para discapacitados visuales. El apoyo de los seres queridos y la familia es importante. Son estas personas las que ayudan a adaptarse a las nuevas condiciones de vida, brindan apoyo moral. Además de los ojos, una persona tiene varios otros sentidos que le ayudan a compensar la deficiencia. La mala vista no interfiere con ser feliz y autosuficiente, no interfiere con formar una familia, trabajar y relajarse.
Las personas con problemas de visión asisten a capacitaciones y seminarios especiales, donde aprenden cómo vivir con tal defecto, cómo no desesperarse y encontrar la fuerza para luchar. Los seminarios también tienen como objetivo iluminar a una persona en el campo de la medicina, informando sobre nuevas tecnologías, medicamentos que ayudan a mejorar la visión.