Al notar un comportamiento extraño en una persona, en la sociedad generalmente se atribuyen a rasgos de carácter. Sin embargo, los psicoterapeutas estadounidenses piensan de manera diferente. Los científicos argumentan que las acciones extravagantes pueden asociarse con la manifestación de una enfermedad mental, que de hecho no son tan inofensivas y deben ser ajustadas y monitoreadas por un especialista.
Trastorno de personalidad histérica (histriónica)
El trastorno histriónico de la personalidad se esconde detrás de rasgos de carácter como la excesiva emocionalidad, la sensibilidad, el deseo de estar a la vista a toda costa, el comportamiento teatral. A menudo, estas personas provocan una mayor atención hacia sí mismas debido a su apariencia excéntrica.
Son extrovertidos pronunciados, por lo que ansían desesperadamente la atención de los demás. Si se ignoran, se utilizan escándalos, provocaciones, mentiras, fantasías, comportamientos chocantes. Las personalidades histriónicas no reconocen los semitonos en la expresión de los sentimientos. Tanto el dolor como la alegría de su parte recaen sobre quienes los rodean de manera exagerada y violenta. Pero, por regla general, no son capaces de tener sentimientos verdaderos y profundos.
En la vida cotidiana, estas personas carecen de perseverancia, perseverancia, puntualidad y autodisciplina. Además, a menudo crean problemas para sí mismos y para los demás, actuando bajo la influencia de deseos momentáneos. Esto conduce a serios problemas en el trabajo y en la vida personal.
Trastorno de personalidad paranoica
El trastorno paranoico se manifiesta por una sospecha y un rencor excesivos. Estos rasgos de carácter son inherentes a muchas personas, pero a veces literalmente van más allá de todos los límites imaginables. Una persona así ve enemigos en todas partes, buscando constantemente un significado negativo en las acciones de quienes lo rodean.
Pero lo más desagradable es que las personas paranoicas no pueden confiar ni siquiera en las personas más cercanas. En un intento de atrapar a su séquito en un engaño, a menudo se rebajan a espiar, leer la correspondencia de otra persona y escuchar conversaciones a escondidas. Además, sin justificar la confianza de alguien, nunca se declara culpable.
Otro signo característico del trastorno paranoico es la falta de sentido del humor, la incapacidad de calmar una situación tensa simplemente riéndose de ella.
Trastorno de personalidad disocial
La pereza, la falta de voluntad para trabajar, los intentos de vivir a expensas de otra persona, la extravagancia injustificada son características de las personas con trastorno de personalidad disocial. Por supuesto, el deseo de descansar más y trabajar menos es inherente a la naturaleza humana, pero a veces adquiere proporciones desenfrenadas. Por ejemplo, una persona sin una buena razón cambia constantemente su lugar de trabajo, se sienta en casa durante mucho tiempo sin más planes de empleo.
En el otro extremo, las personas con comportamiento disocial son negligentes en el desempeño de sus deberes profesionales, se retrasan infinitamente, desaparecen por baja laboral, vacaciones o tiempo libre. Además, pueden ser completamente desconsiderados con el dinero, gastando sus últimos fondos en placeres momentáneos.
Trastorno de personalidad por ansiedad
La ansiedad o el trastorno por evitación se pueden encontrar en personas retraídas y poco comunicativas. Su comportamiento se basa en el miedo a las valoraciones negativas de los demás, una dolorosa reacción a las críticas, eludir las más leves dificultades y la exageración de su escala.
Por supuesto, la autocrítica dentro de límites razonables es útil para todos, pero el trastorno de ansiedad hace que una persona menosprecie sin piedad su dignidad. No cree que sea capaz de complacer a alguien, de ser interesante. Por lo tanto, se aisló del resto del mundo, evitando de antemano posibles burlas, humillaciones, reacciones ofensivas.
El comportamiento de un avestruz, escondiendo su cabeza en la arena ante el menor peligro, inhibe seriamente el crecimiento personal. Por lo general, la lucha contra el trastorno de ansiedad consiste en entrenar las habilidades sociales y refutar gradualmente las creencias negativas del paciente sobre sí mismo.
Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
El trastorno obsesivo compulsivo es característico de personas con un alto nivel de inteligencia y tendencia al perfeccionismo. En la búsqueda de la disciplina y el autocontrol, se dejan llevar tanto que se conducen a un marco demasiado rígido, socavando la salud física y mental.
Los perfeccionistas no saben descansar, considerando estos momentos como una pérdida de tiempo. Además, les resulta difícil delegar el trabajo en otra persona por el convencimiento de que nadie lo hará también.
Varias técnicas de meditación son uno de los métodos más efectivos para tratar los signos iniciales del TOC.
Trastorno de personalidad narcisista
Cualquier extremo en la autopercepción no es bueno para una persona. Y si la autocrítica conduce a un trastorno de ansiedad, la autoestima sobreestimada es un sello distintivo de la personalidad narcisista. Tal persona se considera a sí misma la más inteligente, talentosa, única y hermosa. Cree que le espera un destino especial, hace planes grandiosos y fantasea sin cesar con futuros éxitos.
El típico “narcisista” no tolera la crítica, reacciona con rabia e indignación. Al mismo tiempo, está piadosamente convencido de que los demás deben anteponer sus intereses a los suyos, por lo tanto, está feliz de utilizar a otras personas para lograr metas personales.
Al mismo tiempo, los éxitos de otras personas provocan una fuerte envidia en las personalidades narcisistas, y una serie de fracasos pueden provocar cambios de humor, un sentimiento de inutilidad y depresión. La lucha contra la manifestación del trastorno debe comenzar por bajar el listón de las expectativas y lograr metas, aunque insignificantes, pero realistas, ayudará a restaurar la paz mental perdida.