Cada sonido lleva una determinada vibración y puede tener propiedades curativas, teniendo un efecto beneficioso sobre la psique humana, además de fortalecer el cuerpo humano en su conjunto, lo cual ha sido probado por científicos en el siglo XX.
Instrucciones
Paso 1
Los sonidos del agua son percibidos por el subconsciente de una persona como fuente de vida. Incluso cuando escuchamos el sonido del agua, nos calma y relaja.
Sonidos como el murmullo de un arroyo, el sonido de una gota de lluvia, el chapoteo de una cascada que desciende de las montañas, el impacto de las olas, el sonido de las olas calma, calma y alivia el estrés. Los sonidos del agua hacen posible que una persona que vive en una ciudad, lejos de la naturaleza, recupere la conexión perdida con la naturaleza y encuentre la armonía interior.
Al escuchar estos sonidos, el cerebro humano se distrae de pensamientos innecesarios y se relaja, lo que tiene un fuerte efecto curativo en todo el cuerpo. Este efecto se puede potenciar si, además del efecto sobre el órgano sensorial auditivo, se suma el efecto sobre el visual. La alegría de observar la belleza de la naturaleza, ya sea el sonido tranquilo de un arroyo o la lluvia torrencial, lo ayudará a encontrar la paz mental y mejorar su estado de ánimo.
Paso 2
Los sonidos del bosque como el gorjeo y el canto de los pájaros dan la sensación de vuelo y emoción. Ayudan al estado emocional y al cuerpo humano a alcanzar un estado de armonía.
Paso 3
El toque de campana relaja, alivia la ansiedad, el nerviosismo y la depresión. También restaura la psique y fortalece la salud física.
Paso 4
El ronroneo de un gato es una excelente manera de aliviar el estrés y disfrutar de emociones agradables. El gato le da una parte del placer, la paz y la tranquilidad que ella misma siente a la persona.