En los años 70 del siglo pasado, el eminente científico estadounidense Paul Ekman demostró que a pesar de las diferencias culturales que hacen que las personas expresen sus emociones de diferentes formas en el "lenguaje" del cuerpo, las manifestaciones mímicas de los sentimientos son las mismas para todos. La versatilidad de las expresiones faciales se origina en la biología y es producto de la evolución. Ni la cultura, ni la educación, ni la autodisciplina pueden "borrar" las manifestaciones de las siete emociones básicas del rostro de una persona.
Instrucciones
Paso 1
Empiece por aprender los rasgos inherentes a las siete emociones básicas en su forma "pura":
Ira: las cejas se bajan, los labios se comprimen, hay una arruga longitudinal profunda en la frente;
Disgusto: las comisuras de los labios se levantan, los ojos se entornan, la nariz y la frente se arrugan;
Miedo: ojos bien abiertos, boca abierta, cejas levantadas, fosas nasales ensanchadas;
Felicidad: las comisuras de los labios se elevan, los ojos se entrecerran, las "patas de gallo" son visibles en las comisuras;
Tristeza: los ojos se entrecerran, las cejas y la boca se bajan, la barbilla tiembla;
Sorpresa: la boca está abierta, las pupilas dilatadas, las cejas levantadas;
Desprecio: se levanta una esquina de la boca, se entrecierran los ojos.
Encuentre imágenes que ilustren estas emociones. Échales un vistazo más de cerca. Trate de recordar las expresiones faciales, no sus descripciones verbales.
Paso 2
Una persona rara vez experimenta una emoción. El desprecio se puede mezclar con disgusto o tristeza, sorpresa con alegría, ira con miedo. Las personas intentan esconder las emociones y luego las regalan microexpresiones, movimientos fugaces que duran una fracción de segundo. Es en la capacidad de notarlos que se construye la habilidad de Paul Ekman y su equipo, que se convirtió en el prototipo de los héroes de la popular serie de televisión "Lie to me".
Paso 3
Compre libros dedicados a representar emociones para artistas. Por lo general, dibujan en detalle las manifestaciones de sentimientos en los rostros de personas de diferentes sexos, edades y nacionalidades. Estudie estos patrones, notando los detalles más pequeños.
Paso 4
Practica con fotografías. Hoy en día, hay millones de imágenes faciales a su servicio en Internet. Considérelos, asegúrese de encontrar "rasgos" familiares de alegría, ira, arrepentimiento, etc.
Paso 5
Apague el sonido del televisor y observe las expresiones faciales de locutores, personalidades y personajes famosos. Trate de comprender cómo se siente la persona. Haga ejercicio a diario y le resultará más fácil reconocer las microexpresiones a lo largo del tiempo.
Paso 6
Recuerde que las expresiones fugaces hablan mucho más de sentimientos verdaderos que de emociones exageradas. Si una persona abre mucho los ojos y demuestra sorpresa de todas las formas posibles, pero al mismo tiempo "captó" una microexpresión de desprecio o disgusto, lo más probable es que lo que está sucediendo no sea una sorpresa para su contraparte.