La ley de Yerkes-Dodson demuestra que la motivación no siempre es beneficiosa para un trabajo eficaz y puede conducir a una disminución del rendimiento general. Por lo tanto, los estereotipos populares sobre el deseo de actuar pueden no justificarse a sí mismos, llevando a una persona a un callejón sin salida.
Mito 1: sinónimo de motivación es desarrollo
Si comparamos el famoso personaje de Oblomov con un empleado que quiere que la jornada laboral termine más rápido y con un estudiante que se inscribió en cursos adicionales, entonces podría pensar que solo este último tiene motivación. El alumno piensa en su educación y cómo le ayudará en el desarrollo de su futura carrera. Sin embargo, Oblomov también tiene motivación, y quiere volver rápidamente a un estado de descanso, envuelto en una túnica vieja y acogedora, y acostarse en su sofá favorito.
La intención de un empleado que está pensando en regresar a casa habla solo del hecho de que quiere relajarse y disfrutar de las comodidades del hogar. Por tanto, la motivación es más bien un deseo de mejorar tu vida de cualquier forma posible y sentir estabilidad interior. Lo principal es mantener el entorno familiar y cómodo si alguien quiere sacar a una persona de su zona de confort.
Mito 2: La forma más fácil de motivarse es estando en su zona de confort
De hecho, la motivación depende directamente del nivel de peligro cuando existe una amenaza directa a la estabilidad humana. Por eso no podemos salirnos de los plazos posponiendo nuestro trabajo y cumpliendo hasta el último momento otros encargos aún menos interesantes. Y el punto aquí no es la pereza, sino el mecanismo de conservación de la energía, que desde el nacimiento domina en nuestro subconsciente.
Mito 3: es difícil para la persona promedio priorizar
Tal estereotipo solo puede justificar a una persona verdaderamente infeliz. En realidad, cada uno de nosotros elige diariamente por sí mismo la opción de existencia que satisfaga necesidades básicas específicas. Por lo tanto, la prioridad no siempre es lo importante, sino lo que se logra fácilmente y es familiar, lo que significa que no requiere energía. La mente subconsciente dicta una forma más fácil de sobrevivir, y si la tarea no conlleva el riesgo de peligro, puede posponerse para el día siguiente o durante varias horas más.
Mito 4: comience con las tareas más difíciles
Este consejo solo puede percibirse como una medida cardinal de acción cuando otros métodos para motivarse a sí mismo no funcionan. Para que la tarea sea más fácil y atractiva para el subconsciente, debe formular específicamente sus objetivos. Al dividir un gran proyecto en etapas, una persona está más dispuesta a ponerse manos a la obra sin estrés ni presión. Incluso si en realidad el proyecto sigue siendo grande, dividido en puntos, parece más simple.
Mito 5: La fuerza de voluntad por sí sola puede llevar a una persona a la cima del éxito
Una persona puede trabajar por el uso y el desgaste, confiando solo en su fuerza de voluntad. Sin embargo, la eficiencia del trabajo disminuirá cada vez, provocando estrés, fatiga y odio al proyecto en el empleado. Tal violencia contra uno mismo, tarde o temprano conducirá a una caída y una completa nivelación de los resultados pasados. En esta situación, podemos aconsejarle que se guíe por el famoso principio 20/80, que fue identificado por Pareto y aplicado con éxito en varias esferas de la vida humana.