Las personas adictas al juego y los juegos de computadora son incapaces de autodisciplinar, irresponsables y propensas a la depresión. Los psicólogos comparan la adicción al juego con el alcoholismo y la adicción a las drogas. Los principios de los problemas psicológicos y el proceso de adicción son casi los mismos.
Algo falta
Incluso para un adulto, es normal querer participar en un juego. Sin embargo, debe haber una cierta medida para todo. Los jugadores pueden pasar días y días en el espacio virtual, perdiendo la noción del tiempo, el dinero gastado y la pérdida de beneficios. Al mismo tiempo, su irresponsabilidad puede provocar un coma creciente de problemas que tarde o temprano habrá que solucionar.
A estas personas les falta la emoción y comienzan a jugar en máquinas tragamonedas, casinos clandestinos o juegos de computadora. Uno tiene la impresión de que no tuvieron suficiente tiempo para jugar lo suficiente en la infancia y están tratando de llenar los vacíos.
De hecho, en casos severos, una persona se "arrastra a la adicción al juego" cuando está sujeta a un estado de depresión: se producen una serie de problemas, y la persona quebrantada pierde la voluntad de resistir y el sentido de su existencia. En otra versión más simple, una persona fue criada inicialmente de manera bastante infantil, sin iniciativa y no independiente. Tiene problemas con la estructuración del tiempo: no sabe lo que puede hacer, no le gusta trabajar y no hay pasatiempos y aficiones estables. En una palabra, no hay armonía interior de la personalidad y es necesario encontrar al menos algo de interés.
En la primera etapa, una persona muestra interés en un juego en particular y no siente dependencia. Su pasión es selectiva y se manifiesta de vez en cuando. La persona cree que puede detenerse durante el tiempo. En esta etapa, se forma la pasión: una persona encuentra cómo deshacerse del aburrimiento y la soledad, y también se aleja de los problemas no resueltos.
Adicción al juego
En el corazón del deseo de adicción al juego se encuentra la insatisfacción personal de una persona y, con la ayuda del juego, busca realizar virtualmente sus necesidades en el sentido de su propio valor. Los psicólogos notan características y principios de adicción similares entre los jugadores con alcohólicos y drogadictos. Una persona que no es capaz de afrontar los desafíos del destino y resolver sus propios problemas tiende a huir de ellos. Un alcohólico busca consuelo en la bebida, un drogadicto en psicofármacos y un adicto al juego en la realidad virtual.
A pesar de la comprensión subconsciente de la falta de sentido del proceso del juego, una persona gasta todo su tiempo y dinero en continuar con una pasión negativa. Está satisfecho con tal desviación de los problemas reales, porque solo en el juego se siente como un verdadero héroe. Se forma un deseo de ocultar su afición a familiares y amigos, que con el tiempo se convierte en el hábito de mentir sin motivo. El jugador no admite su adicción y declara que en cualquier momento puede terminar tranquilamente con esta afición. Sin embargo, ese momento no llega hasta dentro de mucho tiempo.
Entonces, una persona pierde gradualmente los valores y las pautas de la vida, pierde la voluntad de luchar. En su corazón es un jugador, pero de hecho va con la corriente. Al mismo tiempo, se observa un estado de ánimo bajo, el interés por la participación activa en la vida de la familia y la sociedad, y posteriormente, desaparece cualquier actividad social. En la vida cotidiana, muestra apatía, inseguridad y mayor ansiedad.