En la vida, siempre hay momentos en los que tienes que elegir: continuar la batalla o rendirte. Tomar una decisión en tal situación es extremadamente difícil. Es muy difícil continuar la batalla. Especialmente cuando no hay fuerzas. Además, no siempre existe la certeza de que el resultado sea del agrado. Y rendirse siempre es fácil. En esto se expresa la psicología del ganador y la víctima.
El ganador se fija el objetivo de ganar. La víctima intenta evitar la derrota. Estos son dos objetivos diferentes. En el primer caso, una persona lucha por su éxito a pesar de los reveses y las caídas. El segundo objetivo consiste en evitar cualquier acción por miedo al fracaso.
Diferencias entre un ganador y un perdedor
La víctima no está decidida a ganar. Tal persona culpa al medio ambiente, a los políticos, a los jefes y al lugar de residencia por sus propios fracasos y errores. Pero no a ti mismo. Está irritable, ansioso. A menudo muestra agresión. No tiene suficiente tolerancia con las personas. No tiene confianza en sí mismo. Y tan pronto como surgen los primeros obstáculos, se rinde inmediatamente. Esto, a su vez, se convierte en la causa de la aparición de un sentimiento de frustración.
El ganador comprende que en el camino hacia el éxito, puede enfrentarse a una serie de fracasos. Él está listo para esto. Una persona así siempre entiende cómo actuar en caso de un desarrollo indeseable de eventos. Siempre tiene un plan claro según el cual actúa. El ganador es tranquilo y benévolo. Él aprecia su tiempo y no lo desperdiciará en nimiedades innecesarias. Lacónico en situaciones difíciles.
Beneficios del ganador
- No necesita motivación externa. El ganador siempre tiene el deseo de establecer metas y alcanzarlas.
- Siempre está decidido a ganar en cualquier competencia y situación de la vida.
- Puede aprender de los errores y es fácil criticarlo.
- Tiene una mentalidad positiva, gracias a la cual conserva la esperanza de éxito incluso en una situación extrema.
- Es capaz de controlar sus sentimientos, emociones, mente.
- Mantiene la calma incluso en los momentos más estresantes.
- Sabe cómo mantener la concentración, la confianza y la compostura.
- Conoce los límites de sus capacidades.
- Vive en completa armonía no solo con las personas que lo rodean, sino también consigo mismo.
- El ganador es sincero en palabras y pensamientos. No tiene miedo de comunicarse y expresar emociones y sentimientos.
- No le teme a la derrota, porque Entiendo que son capaces de convertirse en un trampolín para futuras victorias.
- Asume la responsabilidad de su propia vida.
- Está dispuesto a correr riesgos. El ganador tiene todo calculado de antemano.
- No le teme a la opinión pública. Actúa de acuerdo con sus propios principios y visión de la vida. No es tímido con su apariencia, acciones y palabras.
- No prohíbe nada a nadie. Totalmente absorto solo en su propia vida.
- El es realista. El ganador evalúa la situación con seriedad y comprende lo que puede y no puede ser influenciado.
- Todo es sencillo con él. Vive sin lágrimas, sin sufrimiento y sin autocompasión. El ganador solo toma decisiones, solo actúa, solo tiene éxito.
Conviértete en un ganador
Naturalmente, los ganadores puros son extremadamente raros. Como, en principio, y perdedores. La mayoría de las personas tienen rasgos de ambos. El éxito en la vida depende de quién esté más en nosotros: el ganador o la víctima.
Para desarrollar la psicología de un ganador, debe seguir las siguientes pautas.
- No se obsesione con el fracaso. Se recomienda centrar la atención en los éxitos, los logros. Escribe tus victorias, siéntete orgulloso de ellas. Aprenda a dar por sentado el éxito. Conviértalo en un hábito.
- No es necesario que se haga un diagnóstico a sí mismo (ejemplo: "¡Nunca lo consigo!"). Tales declaraciones, repetidas con regularidad, pueden arruinar significativamente la vida de cualquier persona. Es mejor rechazar tales instalaciones.
- Renuncia a la palabra "intentar". Programa para el fracaso.
- No te rindas. ¿No lograste tu objetivo? Analice sus errores y encuentre otra forma de realizar sus deseos.
- Aprenda a asumir la responsabilidad de su propia vida. No culpes a extraños y personas cercanas por tus errores.