El estado de indiferencia ante todo lo que sucede alrededor de una persona le impide trabajar de manera eficaz y en pleno reposo, privándolo de los placeres cotidianos. La apatía es un gran obstáculo para la alegría y puede superarse de varias formas.
Apatía: causas y esencia
La apatía es un síndrome que se expresa en la indiferencia, la indiferencia y la actitud desapegada de una persona ante todo lo que sucede a su alrededor. Con apatía, una persona experimenta una falta de deseo por cualquier actividad. Acompañado de la ausencia de manifestaciones externas de cualquier tipo de emoción.
El término "apatía" fue introducido por los eruditos antiguos con el significado de "desapasionamiento", que originalmente significaba la virtud más alta: una perspectiva filosófica distante, accesible sólo a los sabios que renunciaron a sus pasiones egoístas.
En la vida cotidiana, una persona que se encuentra en un estado de apatía a menudo lo expresa verbalmente con la frase "Estoy deprimido". Un sentimiento de fatiga, indiferencia hacia todo, la ausencia de motivos internos para cualquier acción lo impulsa a esto. A grandes rasgos, el único deseo es mentir y no hacer nada.
La apatía no permite que una persona se concentre y se obligue a hacer el trabajo o las tareas del hogar, no hay concentración ni concentración de fuerzas. En el contexto general del deterioro emocional, una persona experimenta un estado, que puede caracterizarse por la frase "no me importa". La apatía hace que sea imposible encontrarse con amigos, ir a una fiesta o participar en su pasatiempo favorito, ya que todas estas actividades requieren una motivación interior.
A menudo, la causa de la apatía es una enfermedad reciente, por ejemplo, resfriados severos y sus consecuencias: deficiencias de vitaminas. La apatía se produce como resultado del agotamiento emocional: agotamiento físico, mental y emocional, característico de algunas profesiones, donde se requiere una concentración constante y la persona está en tensión constante. Además, la apatía es típica de las personas que han experimentado una crisis o estrés físico o emocional prolongado.
Otras causas más profundas de apatía incluyen ciertas enfermedades mentales como la esquizofrenia o la depresión. En el caso de que la apatía se prolongue y acompañe lapsos de memoria o dificultades en la actividad intelectual, conviene consultar a un especialista para evitar consecuencias no deseadas.
Sobrellevar la apatía
En una situación en la que la apatía no dura más de dos semanas y no se ve agravada por síntomas en forma de problemas de memoria, el síndrome sirve como una especie de señal de que hay algo en la vida de una persona que le impide vivir y disfrutar la vida, o carece de motivación para acciones futuras y el logro de metas. Pensar con calma en el problema te ayudará a encontrar una salida y a deshacerte de la sensación de vacío.
Al luchar contra la apatía, en ningún caso debe recurrir al "tratamiento" con alcohol y el uso de drogas sin receta médica, de lo contrario, no solo no puede ayudarse a sí mismo, sino que también complica la situación.
Los psicólogos aconsejan, si es posible, tomarse unas vacaciones del trabajo y tratar de limitar el contacto con los demás por un tiempo. Tómate un tiempo para ti: duerme bien, toma un baño aromático, enciende velas. La música favorita o salir a la naturaleza también pueden ayudar. Cuanto más se obsesiona una persona con la apatía, más durará este estado.
Restaurar el equilibrio energético es imprescindible cuando se lucha contra la apatía. Presta atención a los alimentos que aumentan el tono del cuerpo y contribuyen a la producción de la "hormona de la felicidad": te ayudarán el chocolate, los cítricos, los plátanos y el té verde.