Muchas personas no saben rechazar las solicitudes de otros en detrimento de sus propios intereses y beneficios. Sin embargo, si analiza la situación, puede comprender que el solicitante puede prescindir de su ayuda. Es importante priorizar correctamente, y para ello necesitas pensar en algunos puntos.
¿Una persona realmente necesita ayuda?
Analice su puesto y el puesto de la persona que hace la solicitud. ¿Su situación es tan triste que descuidas tus propios beneficios? Por ejemplo, le quedan las últimas facturas en el bolsillo antes de su cheque de pago y un amigo le pide que le preste dinero para un nuevo iPhone. Obviamente, necesitas este dinero para algunas necesidades, y él lo necesita para entretenerse. No tenga miedo en este caso de rechazarlo firmemente. Quizás no conozca su situación financiera, y es posible que simplemente esté seguro de que no se lo negarán. Trate de fijarse en esas personas.
A lo que tienes que renunciar
La priorización ayuda mucho en la vida diaria. Si su jefe le pidió una vez más que trabajara horas extras, y ya se está cayendo exhausto y todavía está de acuerdo, usted, en primer lugar, renuncia a su salud, tanto mental como física. Es poco probable que el exceso de trabajo tenga un efecto positivo en sus horas extras y responsabilidades al día siguiente; la productividad claramente disminuirá en todos los lados. En estos casos, no es una vergüenza explicar directamente su posición y decir “no” a la solicitud.
Puede usted ayudar
No vale la pena aceptar ayudar en ningún negocio si se da cuenta de su incompetencia en un área determinada. Si sabes perfectamente que solo empeorarás las cosas, admítelo sinceramente. Su negativa no debe molestarlo, al contrario, su sinceridad y deseo de no dañar deben ser agradables para el interlocutor.
¿Eres el único que puede ayudar?
Este punto es muy similar al anterior. A veces, la gente recurre a nosotros en busca de ayuda, simplemente porque estábamos muy cerca por cierto. Si conoces a personas que te ayudarán a cumplir con la solicitud como tú, o incluso mejor, díselo a la persona.
Lo principal en el problema de rechazar una solicitud es comprender que está diciendo "no" a la solicitud y no a la persona en sí. Si el suplicante es adecuado, su negativa justificada no debería herirlo de ninguna manera. Si la palabra "no" causa agresión, piense si esa persona es necesaria en su entorno.