Diferentes situaciones pueden provocar negatividad y agresión. Pero en este estado, puedes difamar o hacer demasiado. Además, tanto el cuerpo como el cerebro se sienten incómodos en él. Aprenda a lidiar con los estímulos externos y mantenga la calma.
Instrucciones
Paso 1
No espere que todo sea perfecto. Es mejor no esperar que las circunstancias sean las que necesitas, para que luego no te decepciones. Siempre puede haber algún tipo de fuerza mayor, cambios imprevistos. Y la gente en tu camino no siempre será amable y educada. A veces solo necesita ser aceptado. Cuanto más detallado imagina cómo deberían comportarse los demás, más bruscamente reacciona ante las inconsistencias. Solo planifica lo que depende de ti.
Paso 2
No reprimas tus emociones. Si está enojado, violó sus límites, entró en su territorio, cuéntelo. Pero no con gritos y puños. Solo describe la situación. Primero que nada, lo necesitas. Bueno, piensa si vale la pena responder de la misma manera a un patán en la fila o discutir con un colega que está de mal humor. No sucumbas a las provocaciones y no te vuelvas personal. Puede que algo te haya herido, pero no te dejes arrastrar por un círculo de agresión.
Paso 3
Intenta justificar a tu oponente. Esta es una habilidad muy útil para lidiar con la agresión y para perdonar agravios y, en general, para una comunicación exitosa. Ponte en el lugar de la otra persona. Si está enojado e histérico de la nada, significa que no todo va bien en su vida. Y lo más probable es que no tengas nada que ver con eso. La capacidad de separarse de la situación viene con la práctica, pero debe tener éxito. Por supuesto, las fallas en la vida, la mala salud o los problemas con los niños no le dan a una persona el derecho a gritarte, pero cuando te das cuenta de que no hay quejas en tu contra, que acabas de entrar en esta situación no por tu propia voluntad., te será más fácil salir de él sin sedimentos en el alma. Lo importante no es lo que está sucediendo a su alrededor, sino qué tan cerca de su corazón lo lleva.