Con el dolor físico, todo es simple: hay analgésicos y hay médicos. Pero ¿y si duele el alma?
Instrucciones
Paso 1
Puede haber muchas razones para el dolor mental. Nos ofendemos, nos dedicamos a la autocrítica, nos preocupamos por nuestros familiares y amigos, nos enfrentamos a la rudeza y la traición, y todo el cuerpo reacciona a todo este cuerpo con un dolor agudo y penetrante, que se extiende por todos los tejidos, doloroso, punzante, de que queremos gritar. Parece que es imposible calmarlo, solo después de un tiempo el dolor se atenuará un poco y será posible olvidarlo por períodos.
Paso 2
De hecho, puedes lidiar con el dolor mental. Por extraño que parezca, el analgésico habitual que tomamos para los dolores de cabeza, por ejemplo, puede ayudar. Si no puede soportarlo, puede tomar una pastilla anestésica y un sedante suave, por ejemplo, agripalma o valeriana. Si es posible, envuélvase en una manta, beba té de hierbas (manzanilla, menta, salvia, hojas de frambuesa, colas de fresa, su elección, lo que sea más a su gusto) y duerma. El sueño es una buena medicina.
Esto no es una panacea, y el dolor, por supuesto, no desaparecerá tan inmediatamente, al hacer clic, pero permitirá evaluar la situación con seriedad. Desafortunadamente o afortunadamente, pero no podemos explicar los motivos de las acciones de otras personas. Por lo tanto, no es necesario intentarlo. No se cuelgue. Sí, sucedió un evento que tomamos en serio, lastimamos, ofendimos a un ser querido, o nuestro propio acto indigno acecha. Pero la situación ya se ha desarrollado de esa manera. Y debemos aceptarla como es. No busques motivos ni culpables.
Paso 3
Acepta el dolor y déjalo estar, llora si te apetece, no reprimas las lágrimas. “Después de la desesperación, llega la paz”, dijo la gran Anna Akhmatova. Pruébelo, se vuelve más fácil.
Cuando se forma un vacío, requiere un llenado inmediato, esta es la ley de la física. Una velada con amigos, unas vacaciones en honor a un buen día, arregladas con los niños, no importa lo trillado que suene: ir de compras, incluso sin salir de casa, lo ayudará a distraerse y divertirse.
Dibujar, esculpir, hornear pasteles, cocinar borscht, disparar, ir al bosque durante una semana, en compañía, con carpas, visitar un teatro o una exposición, pregúntate qué quieres ahora mismo. Comparta el dolor, incluso en una hoja de papel: tome un bolígrafo y escriba lo que siente.
Paso 4
Y no espere que todo pase pronto: las heridas mentales se curan durante mucho tiempo. Solo recuerda que la vida es maravillosa sin importar lo que suceda en ella. Siempre hay una manera. Si, a pesar de todos los esfuerzos, el dolor sigue siendo insoportable, puede buscar la ayuda de un especialista; un buen psicólogo le dará un consejo que se adapte a una persona en particular en una situación particular.