La fobia es un miedo persistente, incluso a menudo obsesivo. A pesar de que las fobias son omnipresentes, no son la norma del comportamiento humano. Y si las personas generalmente logran lidiar con el miedo común por sí mismas, las fobias a menudo requieren tratamiento profesional. Las fobias son muy diferentes, pero todas se pueden clasificar.
Instrucciones
Paso 1
Las fobias infantiles son miedos basados en el contacto con el entorno que surgen en la primera infancia. Este es el miedo a la oscuridad, el miedo a algunos objetos especiales, por ejemplo, puertas de sótanos y armarios. Si una persona no comenzó a tener miedo de tales cosas en la infancia, lo más probable es que no comience a hacerlo en el futuro. La fobia social pertenece a los miedos de los niños, ya que la necesidad de socializar se da en una persona apenas en los primeros años de vida. A los niños, sobre todo, no les gusta ir al jardín de infancia. Los adolescentes y los adultos generalmente no muestran miedo a la escuela o al trabajo de una manera tan abierta. Sin embargo, las fobias de este grupo afectan a una persona a lo largo de su vida. La fobia social infantil a menudo resulta en el miedo a hablar en público o comunicarse con superiores o personas poderosas, que está presente en la mayoría de los adultos.
Paso 2
Fobias adolescentes. A esta edad surgen miedos basados en entenderse a uno mismo como parte del entorno. Los miedos están asociados con un tipo específico de interacción con otras personas u objetos. Por ejemplo, la intimofobia (el miedo a las relaciones sexuales) y todos los miedos sexuales asociados con esta fobia se originan con mayor frecuencia en la adolescencia. Pero si al principio una persona se asusta ante la perspectiva del contacto físico, entonces, en la edad adulta, este miedo generalmente se traduce en un miedo a las relaciones espirituales cercanas. Una persona intimofóbica tiene miedo de abrirse, asumir responsabilidades y acercarse a las personas. La duda, que se manifiesta con mayor frecuencia en los adolescentes, también conduce a las fobias. También a esta edad hay miedo a la muerte (tanatofobia), miedo a un espacio cerrado (claustrofobia) o al espacio abierto (agorafobia).
Paso 3
Las fobias a la responsabilidad suelen perseguir a los padres jóvenes. Algunos de ellos tienen mucho miedo de que le pase algo al niño. Intentan controlar a su hijo en todo, eligen amigos para él y le prohíben caminar lejos de casa. Los miedos obsesivos de este tipo no son manifestaciones de amor, son pánico que los padres no pueden afrontar. Como resultado, las fobias suelen aparecer en los niños.
Paso 4
Fobias extrañas. En las últimas décadas, la lista de fobias humanas se ha ampliado significativamente. Algunas de las fobias se están volviendo propias de su época, como el miedo al sobrepeso, mientras que otras son inusuales, como el miedo a los globos, las gallinas o el patrón en círculo. No todas las fobias de este grupo tienen su propio nombre.