Las madres son diferentes. Estricta y amable, mujer de negocios y amas de casa, excesivamente protectora e indiferente. Realmente quiero ser una madre ideal. Entonces, a veces te enojas después de leer un artículo psicológico inteligente y analizar tu comportamiento. Una vez más, cree que hizo todo mal. No importa qué mamá tenga razón o no. No importaba si regañaba o elogiaba. Es lo mismo que ella hablaría. ¡Lo principal es tenerlo!
Instrucciones
Paso 1
Madre estricta. Un hijo de una madre demasiado estricta crecerá obediente, ordenado y diligente. Por miedo o por costumbre, será un estudiante diligente y trabajador concienzudo. Cortés y modesto, no soñará con grandes, soñará con la fama o el éxito abrumador. E incluso si se enamora de la chica más hermosa de la clase, nunca se atreverá a admitírselo. Ni siquiera puede pensar que una chica así lo notará. Y ella se habría dado cuenta …
Paso 2
Aunque solo sea un poco más para el hijo del orgullo, saludable imprudencia, finalmente, solo confianza en sí mismo. Y un poco menos de miedos y complejo de inferioridad. En este caso, no solo la niña le prestaría atención, sino también el jefe. ¡Nunca se sabe quién más! Y toda la vida podría haber resultado diferente.
Paso 3
Las reinas de las nieves suelen estar muy ocupadas en el servicio porque ocupan un puesto muy responsable. Muchos de ellos creen que para ganarse el respeto de un hijo o una hija, uno debe al menos dirigir una empresa, firmar contratos internacionales o, en el peor de los casos, volar al espacio.
Paso 4
Las Reinas de las Nieves crían la independencia en los niños desde una edad temprana, hacen todo lo posible para inculcarles un sentido de responsabilidad y habilidades de autoservicio, lo cual es genial en sí mismo, pero … ocho, una personita, habiendo llorado más de una vez en una almohada por falta de calor, se vuelve tan frío y tacaño con los sentimientos de la madre, o un neurasténico ordinario. Sin embargo, es bastante raro que haya personas que, en algún lugar de lo más profundo de sus almas, no tengan ni la ligera sombra del resentimiento de un niño contra una madre muy ocupada, que nunca ha estado en casa, no importa cómo se difunda la palabra. "eternidad".