El dolor mental es tan fuerte que para deshacerse de él, una persona puede infligirse conscientemente dolor físico y no experimentarlo. Los analgésicos no ayudan y no desaparecen después de una o dos horas. La única forma de lidiar con el dolor mental es tomar un descanso.
Instrucciones
Paso 1
Cualquiera que sea la fuente del dolor: ruptura con un ser querido, traición, muerte de un ser querido, la verdadera razón es banal y simple. Es desagradable para ti que te haya pasado esto: te quitaron, te traicionaron, no te ayudaron. Deja de sentir pena por ti mismo. La vida continua. Regocíjese cuando recuerde los momentos agradables de una relación que terminó, en lugar de llorar por el día de la ruptura. Honra la memoria de los difuntos, pero no te detengas en el duelo.
Paso 2
No busques al culpable ni desde fuera, entre amigos, ni en ti mismo. Los intentos de reproducir la situación de nuevo, la idea de "qué hubiera pasado si …" no conducirá a ninguna parte. Lo has decidido, dicho y hecho. Incluso si alguien cometió un error, ahora ya no es posible corregirlo, lo que significa que se debe cambiar la actitud hacia él y sus resultados.
Paso 3
Distraerse. Haz lo que has pospuesto durante mucho tiempo: tomarte unas vacaciones, ir al mar, hacer reparaciones, ordenar el jardín en el campo. Continúa, no te detengas en tu dolor. Utilice todos los medios que pueda para distraerse de los fuertes sentimientos negativos.
Paso 4
No evite a sus amigos y seres queridos. Visítelos con más frecuencia e invítelos a su lugar. Saben lo difícil que es para ti ahora, incluso si no lo demuestran. Acepta su calidez y amor, dale tu calidez. Al menos un par de veces puedes llorar en el chaleco de tu amigo más cercano.
Paso 5
A medida que pasa el tiempo, te irá aclarando tanto los motivos de los errores como los motivos de cada uno de los participantes en el conflicto, que te llevó a un estado de depresión. Podrás comprender y perdonar a todos, incluyéndote a ti mismo, pero no te apresures a comprender el problema "en el camino", o más bien en el fragor del momento.