Desarrollar el interés de los niños por la lectura en el poder de cualquier padre amoroso. Basta con mostrar coherencia y tener paciencia para que su hijo lea con gusto. Y esto, a su vez, se convertirá en la clave para una escolarización exitosa.
Instrucciones
Paso 1
Lo primero y más importante de lo que no puede prescindir es un ejemplo personal. A usted mismo le encantará leer libros (y no solo los blogs o las noticias de Internet), y los niños deberían verlo con bastante frecuencia con un libro en sus manos.
Paso 2
Cuando el niño aún es muy pequeño (nunca es demasiado temprano para empezar, es mejor desde la primera semana de vida), habla con él. Compra un libro con rimas infantiles y poemas cortos para niños y cuéntaselo a tu hijo cuando te cambies de ropa, lo alimentes, lo lleves en brazos. Todo esto es necesario tanto para el desarrollo emocional del bebé como para el desarrollo del habla. Si un niño tiene un vocabulario pobre a la edad de tres años, será muy difícil para él leer, ya que simplemente no entenderá lo que se dice.
Paso 3
Elija libros para niños por edad (generalmente el libro en sí indica a qué edad está destinado) y léalos con la mayor frecuencia posible. Presente esta actividad a su hijo como algo emocionante: "Ahora cenaremos, lavaremos los platos y nos sentaremos a leer contigo. Me pregunto qué pasó con Pulgarcita después". Si le prometió a su hijo que leería, asegúrese de tomarse el tiempo para esto y no se distraiga con nada más. Déjele entender que esto es importante e interesante.
Paso 4
Cuando lea libros, trate de hacerlo lo más artísticamente posible: cambie ligeramente su voz para diferentes personajes, haga una pausa, observe el ritmo "fabulosamente pausado". La lectura coloreada emocionalmente ayuda al niño a comprender mejor el habla y también deja en claro que la lectura es algo inusual e interesante. Después de todo, mamá (o papá) generalmente no habla así en absoluto.
Paso 5
Cuando su hijo comience a leer por sí solo, elija libros bien publicados con ilustraciones de alta calidad. Vea si este libro le dará alegría al niño, ¿despertará su propia imaginación? Esté constantemente interesado en lo que el niño está leyendo, discuta la lectura con él.