La timidez como rasgo de carácter se manifiesta entre los 4 y los 7 años. A veces su nivel es tan alto que afecta negativamente la vida posterior del niño.
Concentrándose en la educación física y mental del niño, los padres no piensan en el hecho de que el niño también necesita crecimiento social. La infancia preescolar se caracteriza por la especial emocionalidad de los niños, que puede ser causada por la conciencia de responsabilidad por los nuevos roles sociales.
Primero, la timidez de un niño está determinada por su expectativa de la evaluación de un adulto. Una declaración casual de un maestro de jardín de infantes que tenga una connotación negativa puede resultar en una baja autoestima de un niño. Para enseñar al niño a prestar menos atención a la categorización de los adultos, es necesario enseñarle la criticidad del pensamiento, así como un análisis adecuado de la situación.
En segundo lugar, el niño puede estar constantemente obsesionado por la expectativa del fracaso. Esta situación se puede prevenir repitiendo una situación potencialmente negativa. Esto debe hacerse en un ambiente tranquilo a solas con el niño. Alternativamente, analice con su bebé a las personas que tienen éxito en un área en particular. Quizás el preescolar le ponga como ejemplo y sea capaz de superar aquellas cualidades que le impiden seguir el ideal.
En tercer lugar, el niño a menudo tiene miedo de atraer la atención de un adulto. Al ver esto, recuerde que en esta situación es necesario dedicar más tiempo a la elaboración de la comunicación de diálogo. Existen muchas técnicas para dominar esta habilidad, desde ejercicios verbales hasta juegos de rol.
En cuarto lugar, hay que tener cuidado si el niño no deja que nadie entre en la zona íntima-personal. Su diámetro es de aproximadamente 100 centímetros. Para combatir esto, involucre a su hijo en actividades creativas. Es mejor mantener a su hijo ocupado con bailes o actividades similares que impliquen contacto directo con personas.
En quinto lugar, déle independencia a su hijo. Empiece por cosas sencillas, anímelo: haga su propia cama, vístete, ordena la habitación. Presente al niño los requisitos factibles para él. Cuando el bebé se da cuenta de que está cumpliendo con sus deberes, esto le dará confianza en su fuerza y confianza en sus esfuerzos futuros.