El embarazo es un proceso natural, la creación de la belleza, fruto del amor, un tiempo de infinita ternura e introspección, magia y cuento de hadas con final feliz. Desafortunadamente, no todas las mujeres en edad fértil pueden responder al evento más misterioso del mundo de esa manera. Y la culpa es de todos: el miedo al embarazo.
Es necesario
- - un deseo irresistible de superar su miedo;
- - hombre amado.
Instrucciones
Paso 1
Antes de comenzar a lidiar con sus cicatrices, debe resolverlo y comprender de dónde proviene cada una de ellas. Debe ser paciente, aguantar una importante inversión de tiempo, esfuerzo y no tener prisa. Será maravilloso si llama a su ser querido para pedir ayuda, es mejor que sea su esposo o un amigo cercano.
Paso 2
Siéntese cómodamente, siéntese frente a usted con un ser querido en quien confíe y comience a contarle a esa persona sobre usted. Empiece con su nombre, edad, hábitos, rasgos de personalidad, dígale dónde trabaja y cuáles son sus pasatiempos. Cuando te acostumbres al papel del narrador, a la situación y dejes de avergonzarte del oyente, empieza a hacerte preguntas y a responderlas tú mismo. Imagina que tu confesor personal está sentado frente a ti, que te entenderá y no te condenará, que busca escucharte, comprender y ayudarte.
Paso 3
El paso anterior te permitirá ser honesto contigo mismo, te permitirá liberarte y encontrar las razones de tus miedos. Por ejemplo: “Tengo miedo al embarazo. A menudo me pregunto: "¿Por qué le tengo miedo?" Y no encuentro las respuestas. Pero, por supuesto, hay razones, y puedo adivinar cuáles. Crecí en una familia numerosa. Sé cuidar a los niños, sé todo sobre ellos, pero … ¡no quiero ser como mi madre!”. Con un monólogo tan simple, le cuenta al interlocutor sus supuestos relacionados con el lugar donde se originó su miedo.
Paso 4
Si tiene problemas para identificar el nombre de sus miedos previos al ejercicio, revise los miedos más comunes y probables del embarazo. Los miedos provienen de la niñez: traumas infantiles asociados con ver el duro proceso del parto o la maternidad; actitud de los padres: "¡Dios no lo quiera, te quedarás embarazada!"; miedo a lastimarse el cuerpo; libros leídos en la infancia o videos vistos con abundancia de detalles y sangre. La mayoría de las veces se tratan de acuerdo con el principio de cuña-cuña. Si no ayuda, comuníquese con un psicólogo.
Paso 5
Buscamos una razón para los miedos que provienen del egoísmo: miedo a quedarnos solos con un niño pequeño; miedo a los cambios de estilo de vida, embotamiento; el final de una feliz vida libre; sin paciencia para el dolor y la humillación; Me amo a mí mismo más que a mi hijo; falta de financiación, esfuerzo, tiempo; las ganas de caminar y no cuidar de nadie. Son tratados con cuidados forzados por criaturas que requieren ayuda, cariño, tiempo, calor y dinero, por ejemplo, animales callejeros, animales de un refugio, niños en un orfanato, hijos de tus amigos, con los que necesitas sentarte o llevar a tu casa por un tiempo.
Paso 6
Si las razones anteriores no son sobre ti, y la idea de un embarazo te hace asociarte con la película "Alien", entonces debes buscar las causas de los miedos al embarazo en los aspectos físicos de la autopercepción. Estas razones incluyen: problemas de salud que no le permiten soportar normalmente un embarazo o dar a luz a un niño; barrera psicológica asociada con embarazos previamente infructuosos; miedo a las patologías del embarazo; miedo a la propia genética (en la familia alcohólicos, drogadictos, aquí también incluimos el miedo a engordar); miedo a no quedar embarazada. Se resuelven buscando un especialista altamente calificado que esté listo para acompañar tu embarazo y dar a luz, buscando dinero para solucionar problemas de salud, auto-entrenamiento en el tema de la autoconfianza.
Paso 7
Si aún no ha encontrado su caso de miedos, no se desespere. Hay varias más de las razones más sencillas y fáciles de eliminar para la aparición de miedos: miedo a algo nuevo, desconocido; historias de historias de terror de conocidos y amigos; falta de voluntad para dar a luz a un hombre en particular. Deciden ir de excursión, subir a la cima de una montaña, saltar de un paracaídas o casarse por amor.