El egoísmo dentro de límites razonables no solo no es malo, sino incluso necesario. Sin embargo, cuando una persona comienza a pensar solo en sí misma, ignora las necesidades y deseos de otras personas y, lo más importante, ni siquiera intenta hacer concesiones y encontrar un compromiso, entonces ha llegado el momento de trabajar con cuidado en sí mismo.
Lucha contra el egoísmo: las etapas iniciales
Cuando una persona se da cuenta de un problema, ya está dando varios pasos importantes para resolverlo. Es importante comprender exactamente cómo el egoísmo lo obstaculiza a usted y a quienes lo rodean. Es recomendable no solo identificar los puntos principales, sino también anotarlos para no confundirse y no olvidar nada. El egoísmo puede provocar un deterioro de las relaciones con los seres queridos, la pérdida de seres queridos, problemas en la escuela y en el trabajo. Piense en lo que sucedió debido a esta falla suya y tome notas en consecuencia.
Recuerde considerar las opiniones de otras personas. Este es uno de tus primeros ejercicios: piensa no solo en ti mismo, sino también en cómo tu egoísmo afecta el comportamiento y los sentimientos de los demás.
Empiece a seguir cómo está llevando la conversación. Si estás acostumbrado a hablar solo de ti mismo, conviértete en un hábito de preguntarle a la otra persona sobre sus asuntos cuando sea apropiado, y también escucha sus historias con atención, sin interrumpir ni poner cara de aburrimiento. Puede que le resulte difícil mantenerse al tanto de sí mismo y celebrar los éxitos, pero los demás seguramente los notarán. Puede pedirle a sus seres queridos que le ayuden. Esta es una de las mejores opciones de corrección de comportamiento.
Cómo dejar de ser egoísta
Cuando haya trabajado un poco en su problema y haya notado un progreso, pase a la siguiente etapa. Intente cuidar plantas o mascotas. Si te resulta difícil imaginar que tendrás que dedicar tiempo al cuidado de un gato o un perro, conseguir algo de pescado o al menos empezar a cultivar cactus. Cultiva la responsabilidad en ti mismo, piensa que algún ser vivo depende de ti, y debes cuidarlo.
No se exceda. A veces, las personas están tan preocupadas por ser consideradas egoístas que dejan de pensar en sí mismas y gastan todos sus recursos en cuidar de los demás. No vale la pena hacerlo y correr al otro extremo.
Trate de empezar a ayudar a los demás poco a poco. Puedes visitar un refugio de animales y comprar comida para perros y gatos, comprar cosas para huérfanos, mostrando cariño y atención. Al elegir regalos para las fiestas, no piense en sus deseos y preferencias, sino en lo que una persona cercana a usted le gustaría recibir como sorpresa. Cuando planeen unas vacaciones juntos, piensen en cómo le gustaría pasarlas la persona que viaja con ustedes. En definitiva, acostúmbrate a tener en cuenta los planes, intenciones, deseos, preferencias de otras personas y no olvides hacer concesiones y buscar compromisos cuando sea necesario.