En la sociedad moderna, existen muchos problemas psicológicos asociados con la falta de confianza de las personas entre sí. Estos problemas pueden comenzar a equipararse con otros desastres globales, ya que afectan en un grado u otro a todos los habitantes de la Tierra.
La falta de confianza entre las personas afecta no solo a cada individuo, sino que también afecta a la sociedad y su integridad. La desconfianza se manifiesta no solo en las relaciones interpersonales, sino también en los aspectos políticos. Las personas modernas pueden engañarse o sustituirse fácilmente entre sí para su propio beneficio. Incluso se han publicado libros que describen técnicas para manipular personas. La propaganda y la abundancia de engaños y mentiras en la vida de las personas es un problema real.
Hoy solo puedes confiar en tus amigos y familiares. Pero incluso una conexión tan estrecha no garantiza la ausencia de mentiras y traiciones. Y luego, en una persona que deja de confiar en todos, se destruye una percepción adecuada del bien y del mal. No confía en nadie más que en sí mismo, se protege de la gente, e incluso él mismo es capaz de comenzar a cometer atrocidades.
Hay personas que son inherentes a la credulidad de la vida. Esto también es un problema, ya que tienen miedo de ser engañados, refrenan constantemente sus sentimientos. Estas personas no tienen relaciones armoniosas en la familia y en el trabajo. No se llevan bien con nadie, no se fían de nadie. Esto ya no se puede arreglar y, por lo tanto, la sociedad se desmorona.
Para que una persona crezca como un miembro de pleno derecho de la sociedad, es necesario cultivar la bondad en él desde la infancia, enseñarle el amor y la compasión. El ambiente en el hogar donde se cría al niño debe ser favorable. Entonces una persona no tendrá miedo ni complejos irracionales en el futuro. Pero crear un ambiente agradable en la familia no es fácil, ya que las peleas y los reproches se están volviendo bastante comunes en muchas familias. Los niños en tales condiciones crecen retraídos, desconfiados, no saben cómo expresar sus sentimientos, no pueden crear una familia feliz.
En muchos países, la desconfianza también se extiende a la arena política. La gente no confía en el estado, los políticos, la sociedad. Cada persona confía solo en sí misma y se niega a ayudar a los demás. Así se desintegra el sistema, pero el hombre es un ser social.
La desconfianza es una verdadera enfermedad del mundo moderno que lo consume todo y a todos. Y no hay cura para eso. A menos que cada uno aprenda a confiar en su prójimo, dando ejemplo a los demás. Necesitas ayudar a los demás, y luego ellos también vendrán al rescate. La confianza es algo muy frágil que se puede perder en un instante. Pero sin él, la humanidad se perderá.