A veces es muy importante infundir confianza en el interlocutor. Esto se aplica a los casos en los que obtiene un trabajo y pasa por numerosas entrevistas, hablando con alguien a quien usted mismo está controlando, o tal vez desee asesorar a un cliente y ayudarlo a comprar productos de usted. El principio fundamental, si quieres ganarte el favor del interlocutor, es no relajarte y controlarte.
Instrucciones
Paso 1
Para que una persona comience a confiar en ti, debe notar y sentir lo suyo en ti. Si usted es como aquel en cuya confianza está tratando de entrar, entonces se le proporciona un lenguaje y comprensión comunes. Las personas en el nivel subconsciente comienzan a confiar en aquellos que son similares a ellos. Ponerse de acuerdo con el interlocutor, intentar hablar con el mismo estilo que él, adoptar su postura y sus gestos. Una persona se acercará intuitivamente a usted.
Paso 2
La comprensión es esencial para generar confianza. El interlocutor debe entenderte perfectamente: habla con la gente en su idioma. Preste atención a qué vocabulario para el interlocutor es el más simple y natural, utilícelo exactamente. Los giros del habla de otra persona, utilizados por usted, pueden inspirarle que usted y él son del mismo campo de bayas. Lo principal es no exagerar y no usar palabras en el sentido equivocado.
Paso 3
Si quieres conquistar a tu interlocutor para que te escuche o mire lo que le ofreces, por ejemplo, mira tu catálogo de productos, luego haz que la persona se entere de que tienes un sistema de valores común con él. Y si algo es importante e interesante para ti, también será interesante para otra persona con los mismos puntos de vista. Deje claro al interlocutor que usted y él tienen los mismos objetivos, que solo le desea lo mejor.
Paso 4
Controle su comportamiento. La gente sabe que si alguien se cubre la cara con la mano, lo más probable es que mienta, y si mira hacia otro lado, está nervioso, etc. Si hace calor en la habitación y le hacen preguntas difíciles, es posible que su mano se estire para desabrochar el cuello de la camisa por sí sola. Ésta es la primera señal de que está nervioso. Incluso si no estás nervioso, y en realidad solo tienes calor, contrólate. Controle todos sus movimientos y gestos durante una conversación seria. Mantenga una mirada relajada y tranquila, pero no se relaje ni por un momento. Si logras ganarte la confianza del interlocutor, entonces será una pena destruirlo con algún gesto al azar.