La felicidad es un estado permanente de satisfacción con la vida en todas sus manifestaciones: familiar, profesional, creativa, personal, etc. Este estado no está directamente relacionado con la riqueza material, sin embargo, los estereotipos comunes y la idealización de imágenes a menudo impiden que una persona encuentre su propia felicidad.
Instrucciones
Paso 1
Especifique su objetivo en este o aquel aspecto de la vida. Sea realista: no sueñe con romperse los pulgares o hacer solo lo que le gusta y ganar mucho dinero por ello; no busque un amante o amado de acuerdo con la altura, el físico, el cabello o el color de ojos; No busques aficiones en las que tampoco tengas que trabajar.
La causa por la que desea recibir dinero debe beneficiar a los demás. Puede trabajar con personas, con números, escribir artículos para revistas o vender tecnología. Todo depende de tu forma de pensar, pero la felicidad te visitará solo cuando aprendas a disfrutar de tu actividad. Incluso si este placer está más relacionado con la idea de una recompensa futura.
Paso 2
En una relación, busque también las cualidades específicas que debería tener su alma gemela. Puede ser la voluntad de formar una familia y tener hijos; la capacidad para cocinar y hacer las tareas del hogar; carácter tolerante y obediencia.
En cualquier caso, esté preparado para que la persona no cumpla completamente con sus requisitos, sino solo en los puntos principales. Esté preparado para perdonar a su pareja por estas diferencias.
Paso 3
Modele varias situaciones en las que experimentará satisfacción en la vida. Cuantas más opciones de este tipo, más posibilidades hay de que una de ellas se realice exactamente. Sin embargo, si la vida no se ajusta a tu caja en un 10%, no te desanimes: encuentra ventajas en tu situación actual. Trate de obtener satisfacción en cada momento de la vida y no busque ideales en un futuro lejano. Cuida a los demás, ayudándolos a encontrar su propia felicidad: es imposible ser feliz rodeado de personas infelices.