La suspicacia es un rasgo de personalidad estrechamente asociado con la ansiedad. Se caracteriza por ansiedad, excitación desagradable, pensamientos obsesivos de miedo, sospecha. Las personas sospechosas suelen ser tímidas y desconfiadas. A veces, la desconfianza puede ayudar a prevenir cualquier situación peligrosa, pero más a menudo este rasgo envenena la vida. ¿Cómo frenarlo?
La desconfianza excesiva en la mayoría de los casos se produce por la baja autoestima, el aumento de la ansiedad, por la abundancia de miedos y miedos internos, por la actitud de desconfianza hacia el mundo. Una persona suspicaz y ansiosa depende de las opiniones del exterior, reacciona con dolor a las críticas y los comentarios, se siente perdido e inseguro ante cualquier situación estresante y, a veces, en las condiciones habituales de la vida. Sin embargo, este dudoso rasgo de personalidad está asociado no solo a ciertas emociones y sentimientos.
Los psicólogos creen que el grado de sospecha y ansiedad depende de qué tan bien se desarrolle la memoria de una persona. Los pensamientos obsesivos, principalmente asociados con el miedo, surgen cuando una persona no recuerda lo que está haciendo. En tal situación, varios simuladores y ejercicios que fortalecen la memoria ayudarán a reducir el grado de sospecha.
Además, las personas sospechosas a menudo están completamente inmersas exclusivamente en sus experiencias y fantasías ansiosas. Pueden pensar en muchas cosas a la vez, realizando cualquier acción de forma completamente automática. Para hacer frente a la sospecha y la ansiedad, es necesario aprender a realizar conscientemente cualquier acción, acostumbrarse a "estar en el momento", a vivir "aquí y ahora". El entrenamiento de concentración ayudará con esto.
Para hacer frente a la ansiedad, vale la pena recurrir a varios métodos de relajación y meditación. Además, las técnicas de meditación también pueden ayudar a desarrollar la atención plena.
Luchando con una sospecha excesiva, debes renunciar a las fantasías oscuras. La construcción de escenarios negativos en sus pensamientos de cualquier situación conduce al hecho de que aumenta el nivel de ansiedad interna. Cuanto más se enfada una persona, más desconfiada y desconfiada se vuelve.
Si la sospecha dolorosa se basa en miedos internos, cualquier recuerdo traumático, entonces es necesario resolverlos. No siempre es posible hacerlo usted mismo. Luego, debe buscar el consejo y el apoyo de un especialista: un psicólogo, psicoterapeuta, psicoanalista. Es importante comprender que, a veces, la desconfianza excesiva es un síntoma del trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo, y luego no puede prescindir de trabajar con un especialista.
Una técnica psicológica, que se basa en llevar sus propios miedos y experiencias al absurdo, puede ayudar a sobrellevar un estado desagradable. Uno no debe tratar de reprimir o ahogar las ansiedades y preocupaciones, sino "inflarlas" hasta tal punto que parezcan cómicas y ridículas.
Llevar un diario le ayudará a liberar su cabeza de pensamientos obsesivos. Necesita escribir todas sus experiencias, preocupaciones y ansiedades en él. Vale la pena describir las situaciones aterradoras y cómo terminaron. En la mayoría de los casos, no se justificará una sospecha excesiva. Y si a una persona sospechosa le resulta difícil analizar racionalmente las situaciones de la vida, volver a leer las entradas del diario le permitirá ver de manera diferente los eventos y los resultados de ellos.
Será útil para una persona sospechosa desarrollar el hábito de pensar literalmente en sus acciones y hechos literalmente paso a paso. Por ejemplo, "ahora iré a la cocina y apagaré la estufa". En algunas situaciones, es necesario decir el plan de acción en voz alta y luego proceder a su implementación. Para mayor efecto, siempre puedes llevar contigo una pequeña libreta, ingresando en ella toda la información sobre lo que se ha hecho.