Un personaje de mal genio trae mucho dolor tanto a su dueño como a las personas que lo rodean. Una persona desenfrenada puede decir grosería en un fuerte arrebato emocional, del que luego se arrepentirá.
Instrucciones
Paso 1
Trate de mirarse de lado en el momento en que pronuncie la siguiente grosería. Es probable que su rostro parezca poco atractivo en este momento: sus ojos están abultados, su boca está torcida, su piel está excesivamente roja o pálida. Piénselo: la mala educación no adorna a nadie.
Paso 2
Evalúe su estado mental durante sus propias declaraciones groseras: sus emociones se están calentando, su corazón comienza a latir más rápido, tal vez comienza la taquicardia y la presión arterial aumenta. El cuerpo sufre físicamente, apenas lo necesitas.
Paso 3
Controla tus emociones durante una escaramuza verbal, cállate, imagina a tu enemigo en el estado más terrible en el que puede estar, simpatiza con él, la ira pasará por sí sola.
Paso 4
Liberemos tu energía negativa: pelea de almohadas, haz ejercicio o trota, etc. Si constantemente se derrumba en casa después de un duro día de trabajo, o obtiene placer y una afluencia de energía, si se pelea con alguien, tenga cuidado, puede convertirse en un vampiro de energía. Las personas en este estado se sienten muy infelices hasta que hacen lo mismo a otra persona.
Paso 5
Intente, cuando quiera decir otra grosería, fingir que tiene una mordaza en la boca, o que está sellada con cinta adhesiva y no puede decir una palabra. O establezca una regla para contar hasta diez cuando tenga ganas de ser descortés. Quizás durante este tiempo la ira pase.
Paso 6
Desarrolla una filantropía en ti mismo, una actitud positiva hacia el mundo, aprende a respetar la posición de otra persona. Recuerde que la mala educación es la suerte de la gente bilis maleducada, que está por encima de tales manifestaciones de mal carácter.
Paso 7
Aprenda a no responder groseramente a la grosería. Este arte rara vez es poseído por nadie, por lo que es muy apreciado por la mayoría de la gente. Ser capaz de contenerse a tiempo, ser el dueño de sus emociones, solo esto exige el respeto de los demás.