El deseo de herir a los demás suele darse en personas que alguna vez han experimentado humillación y resentimiento. Al causar sufrimiento, compensan sus sentimientos de insuficiencia y reciben satisfacción moral de ello.
Para muchos de nosotros, la imagen de un sádico es una persona enojada con el rostro torcido por la rabia. Sin embargo, en la práctica, este no suele ser el caso. Muchas personas bastante exitosas y aparentemente prósperas resultaron ser sádicas. ¿Cómo determinar tales inclinaciones en una persona si no las manifiesta abiertamente? Los principales métodos incluyen:
1. Frialdad emocional, falta de empatía. El sádico cree que el mundo que lo rodea es hostil y todos quieren humillarlo y herirlo. Sin embargo, esto no es más que su proyección subconsciente emocional. Él cree que todas las personas que lo rodean piensan en las mismas categorías que él, por lo que cree que necesita ser fuerte, decisivo y dominante. Los sádicos consideran que las emociones son una manifestación de debilidad. Probablemente esta sea la razón por la que, con tanta frecuencia, entre los gerentes medios y superiores puede encontrar personas con inclinaciones similares.
2. Sensibilidad y deseo de venganza. Estas personas confían en que siempre tienen la razón. Además, estas personas creen que tienen derecho a castigar a los demás, ya que alguna vez les hicieron esto. Las personas con inclinaciones sádicas creen que "ojo por ojo, diente por diente", el concepto de perdón les resulta inaceptable.
3. Poder, deseo de manipular. A menudo, los sádicos eligen una "víctima" para sí mismos y comienzan a "educarla" por sí mismos. Después de un tiempo, esa persona cae en una completa dependencia emocional y física de su maestro. Esto ayuda al sádico a darse cuenta de sus perniciosos deseos de poseer otra personalidad en todos los sentidos.
Este es uno de los signos comunes, si encuentras algo similar en ti mismo, esto no significa que tengas inclinaciones sádicas. Solo un psiquiatra experimentado puede determinar esto, e incluso entonces no siempre.
