¿Por Qué Es Importante Sorprenderse?

¿Por Qué Es Importante Sorprenderse?
¿Por Qué Es Importante Sorprenderse?
Anonim

Mire con qué frecuencia se puede ver asombro y deleite en el rostro de un niño. Para él, cada día abre nuevos milagros, y no se cansa de alegrarse y admirarlos. Al convertirse en adultos, las personas a menudo pierden la capacidad de sorprenderse y tienen miedo de mostrar que les interesa algo para parecer sofisticados, esos que ya no pueden sorprenderse. Y en vano, la capacidad de sorprenderse ayuda a una persona a conocer el mundo que lo rodea.

¿Por qué es importante sorprenderse?
¿Por qué es importante sorprenderse?

Un sabio antiguo reconocido dijo: "Cuanto más sé, más comprendo que no sé nada". Es decir, una persona inteligente se da cuenta de que la vida y el mundo que lo rodea están llenos de un número infinito de cosas asombrosas que solo necesitan ser notadas. Solo una persona que tenga la experiencia de la vida adulta y el alma de un niño es capaz de hacer descubrimientos y resolver los infinitos misterios del Universo.

La sorpresa es un sentimiento de anticipación a lo desconocido, conciencia y deseo de conocerlo. Este es un signo de su interés por la vida, la actividad de su alma. Las personas que han dejado de sorprenderse causan lástima: privan artificialmente a su alma y a su mente del desarrollo, ralentizándolo. Estas personas están cerradas al mundo.

La capacidad de sorprenderse ayuda no solo a la comunicación con el mundo exterior, sino también a la comunicación entre las personas. Una persona que sabe sorprenderse internamente admite que otras personas pueden sorprenderlo, es decir, admite, con ello, que pueden ser diferentes a él. Al mismo tiempo, la sorpresa no es motivo de negación y rechazo, sino la alegría de conocer propiedades nuevas y aún desconocidas de otras personas, las peculiaridades de su mentalidad.

Una persona que no sabe sorprenderse puede llamarse inerte. Tiene ideas limitadas sobre el mundo y quienes lo rodean. Él, muy probablemente, expresará su rechazo a todo lo nuevo, que no encaja en las ideas que se han desarrollado en él, cuya inviolabilidad confirma por su incapacidad para sorprenderse. Una visión estrecha de las cosas se convierte en la razón de la condena de todos los que lo rodean y hace que esa persona sea incapaz de cooperar y asociarse productivamente con otras personas que solo pueden irritarlo, y no interesar, por sus diferencias con él.

La capacidad de sorprenderse es un signo de la juventud del alma. Este es un rasgo de carácter que ayuda a una persona a adaptarse al mundo que la rodea, al medio ambiente y a la sociedad. Esta habilidad aumenta su sociabilidad y facilita enormemente su existencia.

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