Ir al dentista se convierte para muchos en una tortura, una especie de dilema, cuando la mente está luchando con el miedo al zumbido de los taladros y la sensación de hacer un agujero en la boca. ¿Cómo se puede aprender a calmar las rodillas traicioneras antes de entrar al consultorio del dentista?
Instrucciones
Paso 1
En primer lugar, piense en el hecho de que sentarse en fila con un dolor agudo y los sonidos aburridos que vienen del consultorio del dentista es cosa del pasado. Los sonidos, por supuesto, se mantuvieron, pero ¿ahora usted mismo elige a qué clínica ir? y el momento en que le conviene curar el diente. Además, se encuentran disponibles varios tipos de anestesia que protegen de manera confiable y suave contra el dolor.
Paso 2
No es el proceso de tratamiento en sí lo que asusta a una persona, sino el miedo. Aparece en la conciencia y crece a medida que comienzas a imaginar todo lo que sucederá en la boca. Confíe el proceso de tratamiento al médico y ocúpese de pensamientos de recuperación. Imagínense: solo una visita al médico, y no noches de insomnio con un dolor insoportable, sin crisis nerviosas para sus seres queridos. Enfréntate a la enfermedad, porque ahora te impide disfrutar de la vida.
Paso 3
Piense en el médico no como una amenaza, sino como un ayudante. Él es quien te salvará del tormento. Es a él a quien le agradecerá cuando se levante del sillón dental. Sea prudente: cuanto más demore el viaje al dentista, más durarán el pánico y las molestias. Después de todo, es imposible deshacerse de un dolor de muelas por su cuenta.
Paso 4
Si estos pensamientos no lo calman, intente cantarse una canción o recitar un poema. Mantenga su cabeza ocupada con algo distraído. Hojee una revista o escriba algo en un cuaderno. Puede describir en detalle todo el miedo que está experimentando ahora frente a la puerta del dentista. Ríase de sí mismo: intente legar su diente a alguien o escriba la historia "Cómo no regresé del dentista". Créame, en cuanto salga del consultorio del médico, esta historia no le hará reír peor que cualquier anécdota.
Paso 5
Tranquilízate como si estuvieras consolando a tu mejor amigo. ¿No quieres seguir escalando la pared de un dolor insoportable y caminar con círculos debajo de los ojos después de noches de insomnio? Y cuando se resuelvan sus problemas dentales, asegúrese de elogiarse por superar su miedo. Proponga un aliento digno y preséntese solemnemente a sí mismo como una medalla imaginaria por demostrar valor.