La vida es impredecible. En él es posible cualquier situación más inesperada e imprevista. Incluso una persona tranquila y pacífica puede encontrarse en una posición en la que es absolutamente necesario infundir miedo en alguien. Por ejemplo, regresa a casa por una calle desierta al atardecer, y una compañía de adolescentes agresivos lo recibe. ¿Cómo preservar la salud en tales situaciones y, a veces, la vida misma?
Instrucciones
Paso 1
No muestres tu miedo de ninguna manera. Esta es la mejor manera de empujar al enemigo hacia la agresión y las acciones dirigidas contra ti. Haz todo lo posible para que te tenga miedo. Una mirada fría, desdeñosa y dirigida directamente a sus ojos, puede avergonzarlo y sacudir su confianza en sí mismo. No es casualidad que incluso los animales tengan una regla clara que implica una mirada directa a los ojos, lo que significa la voluntad de luchar hasta la victoria o incluso hasta la muerte. Solo un individuo fuerte y seguro que no le teme a su oponente se ve así.
Paso 2
Si tiene un arma de defensa personal, por ejemplo, una pistola traumática o de gas, demuéstresela a su oponente. Y deja en claro que no tienes miedo de usarlo. Si no está allí, mire a su alrededor, porque hay objetos cerca que pueden usarse como armas (piedras, ladrillos rotos, piezas de refuerzo). Debes recogerlos rápidamente y dirigirte directamente al enemigo. Una demanda fuerte y segura para despejar el camino será útil. Un par de palabras fuertes no vendrán mal (este es el caso correcto cuando puedes olvidarte de tu cortesía y buenos modales por un tiempo).
Paso 3
Si al menos "asiente con la cabeza" familiarizado con alguna "autoridad" local, incluso si acaba de ir al jardín de infancia con él, entonces ciertamente amenazará: "¡El gris te arrancará la piel!" ¡Lo sacará del suelo! " Esto puede asustar a un joven bastardo o al aventurero ocasional.