Es bueno cuando todo en la vida resulta fácil y rápido, pero también sucede que un fracaso sigue a otro, y su número se refleja cada vez más en tu fe en ti mismo y en tu estado de ánimo. Aparecen pensamientos ansiosos, desesperación y depresión prolongada. ¡Detener! El fracaso no es una sentencia. Puedes vivir con ellos, además, puedes usarlos para tu propio bien. ¿Cómo? Lo descubrirás ahora.
Imagina que tu vida es un tranvía que se desliza lentamente por los rieles del tiempo. Tienes que bajarte en una de las paradas para conseguir lo que quieres, pero hasta que llegues, disfruta de la carretera y mira por la ventana. ¿Por qué tal comparación? Todo es muy sencillo. Aprenda a ver sus fallas no como algo horrible y el colapso de todo lo que solo soñó, sino como otra parada en su tranvía. Sí, ha llegado a algún lugar, no necesita salir de aquí, pero puede alegrarse de que se está moviendo hacia la meta, y cada parada posterior lo acerca a ella. No pienses que estás estancado en un lugar, piensa que lo que está sucediendo es solo una etapa.
El fracaso puede enseñarte mucho. Por ejemplo, el inventor de la bombilla, Thomas Edison, hizo unos 200 intentos fallidos antes de encontrar la única forma correcta de construirla. Cuando se le preguntó qué pensaba de sus fracasos anteriores, sonrió y respondió que no los percibía como 200 fracasos. Dijo que ahora conocía 200 formas de diseñar una bombilla. Hacer lo mismo. Si está intentando sin éxito hacer un suflé, termine y aprenda de sus errores. Un día, todo saldrá perfecto para ti y tendrás una experiencia y un conocimiento únicos. Aprende de tus errores.
Quien, en general, te dijo que lo que te está pasando es un fracaso. Tal vez tenga suerte de no haber logrado lo que buscaba. El título de "Miss Mundo" puede ser no sólo honorable, sino también peligroso para la salud y la vida, y el codiciado puesto de jefe de contabilidad no siempre se convertirá en un bocado para su dueña. Mira las cosas desde el otro lado, es muy posible que no obtuviste lo que querías, porque simplemente no es tuyo.
Hagas lo que hagas, aprende a aceptar tus fracasos y no te desanimes. Tarde o temprano, definitivamente tendrás éxito, porque son los intentos fallidos los que nos hacen más fuertes, entrenan la voluntad para ganar y templan el espíritu. Aprenda a tratar todo filosóficamente y sintonícese con la victoria, solo entonces los fracasos de dolores insoportables se convertirán en una etapa insignificante en el camino de su vida.