El sistema nervioso de los organismos vivos, debido a sus propiedades, no solo regula la actividad de todo el organismo y las reacciones a los cambios internos o externos, sino que también brinda una oportunidad para el desarrollo de la psique. Una de las funciones clave de las células nerviosas es la irritabilidad. ¿Para qué sirve?
La irritabilidad (excitabilidad) es la propiedad de las células, tejidos, órganos y formaciones intracelulares para responder a diversos cambios en los factores del entorno interno y externo (estímulos) mediante un cambio en las funciones y estructuras. La percepción de irritación se designa con el término recepción (percepción), propiedad que asegura la adaptabilidad de los organismos vivos a las condiciones ambientales cambiantes. La irritabilidad de los organismos primitivos (microbios, protozoos), así como de algunas células (espermatozoides, leucocitos) se refleja en los taxis: la capacidad de moverse en relación con el estímulo. En las plantas, la excitabilidad se manifiesta en forma de reacciones motoras, así como en reacciones a la gravedad, la composición química del medio, los estímulos eléctricos o mecánicos, la luz y el campo magnético de la Tierra. Las plantas, como saben, no tienen los órganos de los sentidos inherentes a los animales y los humanos, pero sí tienen proteínas receptoras y células con las que las plantas responden a los estímulos. Un ejemplo de irritabilidad en las plantas es un girasol que sigue al sol con la cabeza. En su estado normal, la célula vegetal tiene un potencial eléctrico negativo que varía de -50 a -200 mV. En respuesta al estímulo, surge una reacción positiva que puede superar el potencial de reposo o igualarlo. Si la influencia externa sobre las células fue muy fuerte, esto puede conducir a la muerte de la planta. Las personas y los animales se caracterizan por una variedad de reacciones a diversos tipos de estímulos, que son proporcionados por reflejos, mayor actividad nerviosa y conciencia. La excitabilidad de los organismos complejos se manifiesta principalmente en la percepción sensible de eventos en el mundo circundante con la ayuda de los órganos de los sentidos (receptores). Las acciones sobre los receptores a través de impulsos nerviosos transmiten información a las partes apropiadas del cerebro. Y luego el cerebro da "órdenes" a ciertos órganos, regulando eficazmente los procesos de la vida. Por tanto, la irritabilidad es uno de los indicadores de la reactividad del organismo. La reactividad es un mecanismo establecido por la propia naturaleza, destinado a preservar y desarrollar no solo cada tipo de organismo vivo, sino también su individuo específico.