Estrés frecuente, diversos problemas, plazos y tensión constantes, personas difíciles con las que necesita encontrar un lenguaje común de alguna manera, falta de tiempo personal y eventos positivos: esta no es una lista completa de las razones que pueden causar un aumento de la agresión. ¿Cómo lidiar con esta condición?
La vida de una persona moderna es muy dinámica. Para mantenerse al día con todo y en todas partes, debe esforzarse mucho todos los días, gastar mucha energía. En el bullicio de los días, a menudo no queda forma de dedicar tiempo a uno mismo, a escuchar lo que pide el cuerpo o la psique. Debido al estrés, la falta de sueño, la mala nutrición y la falta de descanso normal, el nivel de agresión interna puede aumentar gradualmente. Cuando el recipiente interior está completamente desbordado, las emociones se derraman. Esto puede conducir a fuertes estallidos de agresión e ira, a serias disputas y conflictos, a comportamientos inapropiados o afectivos con consecuencias negativas. Por lo tanto, debe aprender a controlar su agresión, deshacerse de ella a tiempo.
5 consejos para reducir la agresión
Hablar, no callar. A menudo, la cantidad de agresión dentro de una persona se acumula debido al hecho de que tienes que posponer constantemente cualquier conversación importante. Acallar los problemas, evitar respuestas, no querer estropear el estado de ánimo de otra persona con una conversación desagradable o difícil / difícil, todo esto daña la psique. Poco a poco, las afirmaciones tácitas, el descontento, otros pensamientos se transforman en irritación, agresión, rabia, resentimiento, resentimiento y rabia. Necesitas aprender a expresar tus emociones, transformarlas en pensamientos accesibles a otras personas. También debe aprender a encontrar compromisos y soluciones adecuadas en situaciones difíciles.
No reprimir, sino liberar. Los psicólogos señalan que la agresión reprimida tiene un efecto muy tóxico en la psique humana. Por supuesto, puedes aprender a reprimir tus emociones, en algunos casos incluso es necesario. Sin embargo, no vale la pena acumular constantemente este sentimiento negativo en uno mismo, sin darle salida. Esto puede conducir no solo a un fuerte estallido de ira, cuando se agota la paciencia de la psique, sino también al desarrollo de diversos trastornos, a patologías psicosomáticas. Los deportes son una excelente manera de liberar la agresión. Un par de horas en el gimnasio pueden ayudarlo a deshacerse de su enojo. Gritar, ver deportes o ver una película emocionalmente, incluso golpear una almohada en lugar de un saco de boxeo pueden ayudar a aliviar la agresión.
Tómate un tiempo. A veces, las personas que te rodean o algunos eventos actuales pueden aumentar el nivel de agresión. Además, a medida que se acumula la fatiga, aumenta la irritabilidad, la persona se pone nerviosa, nerviosa, histérica, grosera y enojada. Por lo tanto, el descanso, la relajación, los ejercicios de respiración, la interrupción temporal de los contactos con personas desagradables y molestas le ayudarán a volver a la normalidad. A veces, incluso una simple salida de la habitación, donde se está resolviendo cualquier problema, provoca una oleada de agresión, un paseo en el aire y un par de respiraciones profundas ayudan a calmar los sentidos.
Aprende a vivir, deja ir y olvida. A menudo, una oleada de ira, agresión e irritación provoca recuerdos desagradables, turbios y difíciles. Una persona que vive en mayor medida en el pasado, para quien el "chicle mental" es típico, es más probable que experimente episodios de ira indomable. Necesitas aprender a soltar los recuerdos desagradables, vivir situaciones y olvidarte de ellas, para que en el futuro no provoquen una ola de agresión que no te permita vivir con normalidad. Es importante darse cuenta de que el evento realizado ya está en el pasado, incluso si han pasado un par de minutos desde su finalización. Es imposible cambiarlo; por lo general, no es realista influir en el resultado. Entonces, ¿por qué una vez más irritarse y enfadarse recordando lo que no produce placer? Lo mismo ocurre con las conversaciones con personas que terminaron de alguna manera desagradable. No tiene sentido discutir una y otra vez sobre cómo se podría responder a un comentario ofensivo. Pero tales pensamientos alimentan perfectamente la agresión interna.
Cambie la dirección de viaje. Los científicos señalan que una persona que se encuentra en un estado de agresión e ira tiene una mayor fuerza física, resistencia y un gran suministro de energía. Por lo tanto, en situaciones de exacerbación, se recomienda redirigir sus fuerzas, para dirigir su atención a algún asunto secundario. Por ejemplo, para desmontar el armario en casa, tirar toda la basura del apartamento, mejorar la parcela en el campo, ayudar a un vecino finalmente a terminar la reparación. Además, estar ocupado y físicamente activo te permite dejar de obsesionarte con una situación desagradable que te provoca agresión.