Todo el mundo tiene un juez interior, la única diferencia es que para unos es de sangre fría e imparcial, mientras que para otros, por el contrario, es blando y leal. Por paradójico que parezca, hablar contigo mismo es a veces lo más difícil. Por lo general, lo que estamos tratando de enseñar es lo más importante que debemos aprender. Pero las preguntas más simples a veces resultan ser las más difíciles. Debes comenzar con la comprensión.
Instrucciones
Paso 1
¿Qué es el espíritu de contradicción? No importa lo trillado que pueda parecer, pero los sentimientos nos muestran lo que quiere nuestra alma mucho antes de que tengamos tiempo para pensar en ello. La necesidad de discutir o estar en desacuerdo tiene las mismas raíces. Tan pronto como existe la sensación de que están tratando de imponernos su voluntad, se activa el instinto de autoconservación y se activa un programa defensivo. Por el contrario, cuando la opción propuesta coincide con las necesidades y deseos internos, fácilmente establecemos contacto, mostramos voluntad de ceder y apoyar la idea. Sin embargo, junto con situaciones cotidianas ordinarias, hay casos en los que la necesidad de actuar de una forma u otra no se debe a nuestras necesidades, sino a una palabra como "debe". Está bien actuar de forma mundana, pero solo si no te sientes mundano. Antes de tomar cualquier decisión, piense en quién la necesita y ¿quién dijo que debería ser así? La vida cambiará solo si primero la imaginas como quieres verla. Aprenda a decirle no a los demás y a decirle sí a la vida.
Paso 2
Siempre hablamos de lo que queremos. La otra cara del espíritu de contradicción es el deseo de preservar la apariencia del mundo de cualquier manera. Sin embargo, una mala paz no siempre es mejor que una buena pelea. De una forma u otra, tarde o temprano llega el punto de ebullición, y ahí es cuando damos a conocer toda la verdad. Entonces nos preguntamos qué nos ha sucedido, no más que un eclipse lunar, tormentas magnéticas, aumento de la presión o ¿deberíamos beber menos? Todo es mucho más sencillo.
Ningún hombre dirá jamás lo que no piensa, ni siquiera cuando esté borracho. Cristo dijo: "el vino fortalece el alma". Es solo que, por lo general, debido a la crianza, guardamos silencio sobre muchas cosas, nos escondemos y tratamos de ser amables y corteses. Pero lo que está oculto y reprimido no va a ninguna parte. Las emociones negativas, que se acumulan como intereses en una cuenta bancaria, solo esperan el momento en que será posible estallar. Y luego todos aguarden, no habrá piedad.
Es revelador que tal liberación le brinde sólo un alivio temporal y muchos problemas para aquellos que han caído bajo la "mano caliente". Mantener todo en uno mismo es perjudicial. Cualquier situación, no vivida, se repetirá una y otra vez. Aprenda a expresar correctamente sus pensamientos, transmita su punto de vista a su oponente. En este caso, será más respetado y apreciado. Esto es mejor que aceptar la sensación de total impotencia e incapacidad para defenderse. Si quieres que te tengan en cuenta, aprende a respetarte y amarte a ti mismo. Complacer a todos y a todos no solo es imposible, sino también estúpido.
Paso 3
Hay un dicho: "Nunca dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Vivimos en un mundo de tratos, problemas y preocupaciones, y ¿quién encontrará la clave de la felicidad para nosotros? La perseverancia y perseverancia en el logro de las metas es muy buena, sin embargo, el fin no siempre justifica los medios. Aunque lo más probable es que se haya elegido incorrectamente el objetivo. Lo que trae alegría llega fácilmente. Gastando el máximo de esfuerzos, no nos sentimos cansados ni deprimidos, sino al contrario, la suerte da fuerza y hace posible seguir adelante.
Paso 4
Pero si el objetivo se elige incorrectamente, entonces, no importa cómo nos convenzamos, todo sale mal desde el principio. Tienes que hacer un esfuerzo increíble para conseguir al menos algo. Pero no importa cuánto lo intentemos, la torre se derrumbará tarde o temprano, y puede que el momento no sea el más apropiado. Por lo tanto, el sentimiento llamado "no quiero" no es la pereza y el deseo de descansar, sino más bien una señal de que algo va mal. Nadie excepto usted le dirá dónde nació este deseo, así que haga menos preguntas y escuche más, no a los demás, sino a usted mismo.