Muchos han escuchado que practicar deportes es importante y útil. E incluso están de acuerdo con esta afirmación. Pero, ¿y si no te gusta la educación física? Tengo buenas noticias: aprender a disfrutar del deporte es una tarea factible. Además, un trabajo hecho con alegría es mucho más beneficioso.
Se trata de tus pensamientos. ¿Recuerda al profesor Pavlov y sus experimentos con perros? Al perro se le sirvió comida, se encendió una luz roja y el animal comenzó a salivar. Luego, sin comida, simplemente encendieron la bombilla y ocurrió el mismo efecto: goteó saliva. El perro ha formado un reflejo de cierto evento: la luz de una bombilla.
Desafortunadamente, este experimento no está ligado a la vida. ¿Qué tiene que ver el perro con eso? El caso es que también tenemos reflejos. Y si en la infancia te enseñaron que el deporte es algo sin alegría, estresante, nada interesante, aburrido, tus reflejos te lo recordarán. Es decir, con la palabra "deporte" tendrás un determinado estado de ánimo o pensamiento.
Ahora imagina una imagen diferente: la infancia, juegas voleibol, fútbol con amigos, juegas a la mancha, ligas o cualquier otra cosa que tengas. ¿Contento? Y, de hecho, no difiere del deporte: el mismo movimiento, salto, carrera y actividad física.
Entonces, ¿cuál es el principio básico para crear placer a partir de cualquier actividad y deporte, incluido? En cualquier actividad deportiva, realice un seguimiento consciente de los momentos en los que se sienta satisfecho con la actividad. Todo deporte tiene un estado de placer en el movimiento. Por lo general, esta condición aparece a los 15-20 minutos. Y está asociado con el suministro de oxígeno al cuerpo.
En este momento, debe fijar su atención en el placer de las sensaciones en el cuerpo. Siéntelo al máximo. Y después de cada entrenamiento, asegúrese de felicitarse por el trabajo realizado. Y poco a poco su cerebro se acostumbrará a captar las sensaciones de placer durante cualquier actividad vigorosa. Después de un mes de entrenamiento de placer regular, de repente te das cuenta de que este mecanismo ya está funcionando por sí solo. Y, por cierto, este método se puede aplicar no solo en los deportes, sino también en muchas otras áreas.