En la búsqueda de los ideales fantasmales que nos impone la sociedad, dejamos de sentir armonía con nosotros mismos. Pero realmente quieres regocijarte con cada nuevo día y vivir la vida al máximo, y no vivir el tiempo que nos depara.
Deja de compararte con otros
La principal razón del mal humor con todas las consecuencias consiguientes es que todos, consciente o inconscientemente, se comparan con los demás. Y solo necesita comprender dos verdades básicas: todos somos diferentes y el éxito no siempre es igual a la felicidad. Solo hay que analizar cuántas veces, al ver a una chica de apariencia modelo y vestida con buen gusto, automáticamente piensas que tiene una vida lujosa. Trazas un paralelismo entre tu apariencia y la de ella, la vida que inventaste y la tuya, llegando a la conclusión de que tu vida es existencia. Solo en realidad, todo puede ser diametralmente opuesto. Con su apariencia lujosa, una chica puede sentirse completamente sola, mientras que tú tienes familiares y amigos cercanos que están listos para echarte una mano en cualquier momento y animarte. Además de la apariencia, también solemos comparar los éxitos profesionales. Pero trabajando en un trabajo prestigioso y ganando mucho dinero, una persona puede ser infeliz, simplemente porque no está haciendo lo suyo y continúa escondiéndose detrás de la máscara del éxito.
Disfruta de las pequeñas cosas no planificadas
Nos metimos en la cabeza que en la vida tenemos que hacer todo lo posible, y corremos en busca de algo fantasmal. Y uno solo tiene que detenerse, mirar hacia atrás y mucho pasará a un segundo plano. Los momentos no planificados brindan esa oportunidad. Despertó antes de tiempo: escuche el canto de los pájaros, empápese de la cama con un libro que quería leer, pero no tuvo suficiente tiempo, prepare un desayuno completo en lugar de sándwiches rápidos. Sal temprano para trabajar y da un paseo mientras admiras el paisaje. Caminando despacio, disfrutando de cada momento, redefinimos nuestras prioridades para no perdernos en el camino.
Permítete equivocarte
Mucha gente cree que uno debe vivir aprendiendo de los errores de los demás y no permitir los propios. Esto a su vez conduce al agotamiento emocional. Y si algo sale mal en la vida, muchos pierden la autoestima. Y en lugar de tratar lo que está sucediendo con humor y tratar de arreglar la situación, caen en una depresión. Pero al fin y al cabo, la vida se da para que cada uno la viva a su manera. No hay necesidad de tener miedo de dar un paso hacia su sueño, solo porque alguien piensa que este paso está mal. Y si tropezaste, acepta lo que está sucediendo con humor y como una experiencia de vida.
No te esfuerces por ser lo que no eres. Encuéntrate a ti mismo, descartando todo lo innecesario e impuesto por la sociedad. Mírate a ti mismo como una persona única y permítete disfrutar de la vida. Y si a alguien no le gusta, déjelo que lo descubra por sí mismo.