La autodisciplina es un rasgo importante y en muchos sentidos necesario. La capacidad de manejarse a sí mismo, la fuerza de voluntad desarrollada le permiten a uno alcanzar nuevas alturas, estimular el crecimiento y el desarrollo personal. ¿Qué métodos puedes intentar para desarrollar o fortalecer tu autodisciplina?
Organiza una discusión contigo mismo. Muy a menudo, la autodisciplina sufre en personas que descuidadamente e ignoran las promesas hechas. Estas personas pueden "olvidarse" de hacer algo a tiempo, no asistir a una reunión, etc. El primer paso para la autogestión puede ser un desafío que una persona se lanza a sí misma. Es mejor abordar temas simples al principio. Por ejemplo, párese frente a un espejo y discuta con su reflejo que definitivamente se llevará a cabo una limpieza general en la casa el fin de semana. Al mismo tiempo, es importante que te propongas algún tipo de "castigo", algo que tendrás que compensar, como en cualquier disputa, si no se realiza la limpieza mencionada.
Cambia tu actitud hacia la autodisciplina. Para las personas caóticas y volubles, la palabra "autodisciplina" puede evocar sentimientos muy desagradables. Es importante comprender que tal rasgo de personalidad puede afectar positivamente, literalmente, todas las áreas de la vida. Debe intentar analizar por qué y por qué la autodisciplina es importante en general, para descubrir qué puede lograr si introduce más control sobre sí mismo en su vida. Requiere un cambio de percepción de negativo a positivo.
Todas las excusas a un lado. Las dudas, las tendencias a la procrastinación, los constantes intentos de encontrar excusas para uno mismo o de encontrar una razón por la cual no se puede hacer algo, llevan al hecho de que la autodisciplina no solo sufre. Literalmente desaparece de la vida de una persona. Al mismo tiempo, pueden aparecer consecuencias desagradables en su lugar, por ejemplo, la situación financiera se verá afectada, surgirán dificultades en la vida personal, los conflictos en el trabajo se volverán más frecuentes, etc. Es importante desarrollar un hábito en ti mismo: necesitas hacer algo / decidiste hacer algo, luego lo tomas y lo haces. Al principio será muy difícil, tienes que superarte literalmente a ti mismo, pero el resultado merece la pena.
Ejercicio. Curiosamente, practicar cualquier tipo de deporte no solo tiene un efecto positivo en el bienestar físico, también entrena la fuerza mental, desarrolla la fuerza de voluntad y fortalece la autodisciplina. El deporte implica en gran medida la superación de obstáculos, un avance obstinado, a pesar de algunas dificultades. Esto tiene un efecto muy positivo en la capacidad de autogestionarse. Practicar deportes puede ser un muy buen hábito que ayudará en el autodesarrollo.
Renuncie a las comparaciones y comience poco a poco. Una persona que se inclina a compararse constantemente con otras personas puede arruinar su desarrollo de raíz. Después de todo, es tan fácil decir que alguien es mejor, más exitoso y más disciplinado, que no será posible alcanzar ese nivel. Si te comparas con alguien, entonces solo contigo mismo de ayer. Comenzando a trabajar en su autodisciplina, no debe asumir de inmediato algunas tareas muy difíciles y serias, establecer metas inalcanzables para usted. Por lo tanto, el riesgo es demasiado grande de que no haya un resultado positivo y el desarrollo de la autodisciplina se mantenga al mismo nivel. Debe moverse en una dirección determinada con confianza, pero en pequeños pasos, lentamente y sin regañarse por los fracasos. Alcanzar metas pequeñas fortalece la confianza en uno mismo, carga con motivación. Y esto ayuda a fortalecer la capacidad de autocontrol.