A menudo nos atormentan los miedos y, la mayoría de las veces, no somos razonables. El miedo a la oscuridad, las alturas, los espacios reducidos envenenan nuestras vidas. Mientras tanto, hay formas sencillas con las que puedes, si no convertirte en un valiente, al menos vencer tu miedo.
Instrucciones
Paso 1
En primer lugar, determine si su miedo está justificado o no es razonable. No se debe combatir el miedo al peligro real. Trate de neutralizar este peligro y, si es imposible, busque la ayuda de los especialistas en estos temas. Entonces, por ejemplo, te asustaste al pensar en un incendio. Escúchate a ti mismo, tal vez escuchaste un olor a quemado, tal vez tu cableado esté ardiendo en algún lugar y tu cuerpo reaccionó correctamente, ¿dando una alarma?
Paso 2
No se apresure a lidiar con el miedo, incluso si, a primera vista, es completamente irrazonable. Puede ser que sientas instintivamente la proximidad de una amenaza, aunque de momento no hay peligro inmediato. ¿Tienes miedo de caminar por una calle oscura y desierta? Así es, esta calle ahora está desierta, pero es muy posible que un malvado se esconda a la vuelta de la esquina.
Paso 3
Ahora hablemos de miedos realmente imaginarios. Si se siente "superado" por ese miedo, intente superarlo utilizando el siguiente método: párese derecho, enderece la espalda. Levanta la cabeza en alto. Coloque su mano derecha entre su pecho y abdomen. Coloque su mano izquierda sobre su corazón. No inhale profunda y rápidamente. Mantenga el aire durante unos minutos y exhale rápidamente. Repita el procedimiento 3-4 veces. Al mismo tiempo, repítete mentalmente: "¡No tengo miedo, no tengo miedo!"
Paso 4
Pero no intentes luchar solo con los miedos imaginarios que te atormentan de forma habitual, y que ya adquieren el carácter de una fobia. No dudes en acudir a un psicólogo. El psicólogo tiene muchas técnicas en su arsenal para ayudarlo a comenzar a llevar una vida plena sin pesadillas. Cuanto antes vea a un especialista, antes se sentirá libre de miedo.
Paso 5
Y recuerde, el miedo es una reacción normal ante la proximidad del peligro. Y los miedos deben tratarse solo cuando son patológicos.