Los complejos de inferioridad surgen donde no hay amor propio ni confianza en uno mismo. Para deshacerse de los complejos, es necesario aumentar la autoestima. Este es un trabajo que requerirá un cambio de actitud ante la vida, ampliando horizontes y cosmovisión.
Instrucciones
Paso 1
Cómo deshacerse de un complejo de inferioridad: esta pregunta la hacen miles de personas todos los días. La respuesta es simple: tienes que intentar amarte a ti mismo. La persona más querida, más importante, más importante en su vida es usted mismo.
Paso 2
Amarte a ti mismo significa respetarte a ti mismo, a tus pensamientos y sueños. Piensa, visualiza, sueña y muchos de tus planes se harán realidad.
Paso 3
En el camino hacia su preciado sueño, tome medidas audaces. Es mejor lamentar el error que cometiste que lamentar la oportunidad perdida. Sea decidido, supere el miedo y actúe. Vale la pena dar el primer paso, y querrá dar el segundo, luego el tercero, y usted mismo se sentirá orgulloso de sí mismo, por su coraje y su iniciativa. Y las personas valientes y emprendedoras están desprovistas de complejos de inferioridad, son armoniosas. ¡Conviértete también en una persona perfecta y armoniosa!
Paso 4
Puede mostrar un egoísmo razonable, a veces intenta poner sus intereses personales por encima de los públicos. Verás como la sociedad empieza a respetarte e incluso a amarte.
Paso 5
Expanda sus horizontes, comience a leer libros de V. Sinelnikov, L. Hay, A. Nekrasov, en ellos encontrará recomendaciones sobre cómo deshacerse de un complejo de inferioridad.
Paso 6
Redefina su guardarropa, compre un par de artículos muy de moda y asegúrese de obtener zapatos de tacón alto costosos y de calidad. El uso de estos zapatos aumenta la producción de hormonas de la felicidad.
Paso 7
Todo el mundo tiene deficiencias, no hay personas ideales, pero algunas de sus deficiencias pueden beneficiarse presentándolas a sí mismos y a la sociedad como una individualidad única, mientras que otras con baja autoestima convierten las deficiencias en complejos que envenenan la vida. Déjate enamorar de tus defectos y nunca te reprendas. Nunca hables mal de ti mismo, recuerda y repite a menudo: "¡Soy único!", "¡Atraigo la buena suerte!", "¡Soy encantador!" etc. Empiece cada mañana con estas palabras y termine con ellas todos los días.