Cuanto más cerca está la meta, más difícil se vuelve el camino; esto sucede con bastante frecuencia. Sin embargo, en cada caso, este fenómeno se debe a diferentes motivos. Tal vez solo tengas un bajo nivel de motivación, o tal vez esperabas demasiado de ti mismo.
La mayoría de las veces se trata de una pereza banal. Cuanto más se acerque el resultado, menos esfuerzo querrá hacer para lograrlo. Parece que es posible conseguir lo deseado por inercia, es decir, gracias a esfuerzos previos, pero no es así.
Expectativas
Además, estas limitaciones surgen de las expectativas. Por regla general, a las personas les gusta exagerar sus propias capacidades y fijarse metas que son muy difíciles de alcanzar, aunque no lo parezca a primera vista.
Por ejemplo, los gordos, inspirados por la victoria tras la primera carrera, se proponen correr varios kilómetros al día. Sin embargo, este fusible desaparece rápidamente, a medida que aumenta la complejidad de la tarea y la inspiración no crece.
Para evitar este problema, debe ser realista, pero no es tan fácil como podría parecer al principio. Es mejor fijarse una meta simple para usted y lograrla que soñar con los mayores logros, pero apagarse a la mitad.
En el ejemplo anterior, fue posible establecer la tarea de ejecutar no todos los días, pero al menos tanto como fuera posible. Por lo tanto, una persona podrá practicar deportes con regularidad y no sentirse culpable frente a sí misma por haber perdido los estribos y perder el entrenamiento.
Mecanismo de retirada
El mecanismo de retirada también puede funcionar. Su principio es que cuando queda menos de una cuarta parte del camino para lograr la meta, más de la mitad de las personas simplemente se rinden. Aunque entienden que no queda mucho, la confianza en sí mismos no es suficiente. Esto tiene consecuencias nefastas, dado que queda muy poco por hacer.
Este mecanismo está especialmente bien rastreado en carreras de maratón. La mayoría de la gente recorre entre 30 y 33 km (42, 195 km en total). Esto sugiere que una persona simplemente no cree que pueda correr, y el camino restante le parece irrazonablemente difícil. Los ganadores dicen que simplemente se obligaron a dar un pequeño paso, luego otro, y no pensaron en cuánto tiempo tenían que correr.
Falta de motivación
Además, pueden surgir dificultades debido a la falta de motivación. Cuando se acaba de establecer una meta, el nivel de deseo de lograrla es bastante alto. Parece que puedes mover montañas. Sin embargo, a medida que se acerca (especialmente si el resultado es visible solo al final), la motivación disminuye gradualmente. Como resultado, cada siguiente tarea se vuelve cada vez más difícil.
Este estado no debe confundirse con la pereza. Dado que la pereza es una renuencia a actuar en general, y un bajo nivel de motivación es una falta de "querer" realizar una tarea específica.