No es de extrañar que digan que un hábito es "una segunda naturaleza". Después de todo, deshacerse de él puede ser extremadamente difícil. Y no se trata de fuerza de voluntad. El hábito está tan firmemente unido a la imagen de una persona que a menudo no se comprende a sí mismo sin este pequeño detalle. Por supuesto, no estamos hablando de esas adicciones que rayan en la enfermedad, sino de hábitos ridículos, feos y simplemente aburridos.
Instrucciones
Paso 1
Trate de entender por qué quiere romper el hábito. ¿Es perjudicial para tu salud? ¿O afecta negativamente a la imagen? ¿Echa a perder su apariencia? ¿O tal vez por eso hubo costos adicionales? Es mejor si hay varios puntos. Piense si tendrá más confianza si puede pasar por encima de sí mismo, si traerá alegría a sus seres queridos, si aumentará la eficiencia en el trabajo.
Paso 2
Busque ayudantes o personas de ideas afines. Necesitará apoyo moral más que nunca y el efecto de la competencia no le hará daño. Por ejemplo, si quieres dejar de comer por la noche, pensar que tu amigo obtendrá mejores resultados y se pondrá en forma más rápido te ayudará a salir del frigorífico a tiempo. Pero conviene evitar, al menos por primera vez, la compañía de quienes no comparten tu deseo de acabar con el molesto hábito.
Paso 3
Presta atención a tus camaradas en desgracia, o más bien a los dueños del mismo problema. Evalúe cómo se estropea la impresión de una persona, cuántos problemas trae o cuánto cuesta. Recuerde que cuanto mayor es la persona, más difícil es deshacerse del rasgo incómodo o no deseado en su comportamiento, por lo que vale la pena tomar medidas ahora.
Paso 4
Sea consciente de cuándo y bajo qué circunstancias desea volver a la acción habitual. ¿Cuándo te lanzas de cabeza al trabajo o cuando, por el contrario, no tienes nada para mantenerte ocupado? ¿En momentos de diversión o vergüenza, miedo, vergüenza? Dicho análisis ayudará a crear el entorno más favorable que ayudará a lograr la meta.
Paso 5
Sucede que, habiendo decidido despedirse de un hábito, una persona lo olvida al día siguiente. Para evitar que esto suceda, deje recordatorios de su objetivo en todo el apartamento. Por ejemplo, si ya no quiere morderse las uñas, píntelas con barniz brillante, intente deshacerse de las encorvaduras: cuelgue fotos de bailarinas y modelos con la espalda perfectamente plana en la casa.