Hay varios signos, cada uno de los cuales individualmente puede hablar de las intenciones suicidas de una persona. Se pueden citar los más típicos.
El consumo excesivo de alcohol o la adicción a las drogas pueden indicar que una persona tiene problemas, cuya salida desconoce. Así es como una persona intenta olvidarse de sí misma. Este hecho debería ser especialmente alarmante si la persona no ha tenido previamente tales predilecciones.
La alteración crónica del sueño y la negativa a comer también pueden verse en el contexto de los signos de tendencias suicidas. Una persona a menudo puede sufrir de insomnio o pesadillas, y es frecuente que se despierte en medio de la noche. Esto habla de sobreexcitación excesiva, problemas probables.
Un sentimiento interior de culpa, crítica excesiva de uno mismo, de las propias acciones. Este comportamiento a menudo se expresa en agresión e insolencia hacia los demás.
Estado de ansiedad constante, miedo al futuro. En el contexto de un estrés mental tan interminable, a menudo se desarrolla la depresión, que es un requisito previo directo para las tendencias suicidas. Esto puede llevar a la desesperación que conduce a la mayoría de los suicidios.
Pérdida del vigor habitual en la conducta. Una persona a menudo comienza a quejarse de fatiga, se comporta inhibida, pierde rápidamente el interés en cualquier actividad, hasta un sentimiento de apatía por todo. La vida misma ya se está volviendo poco interesante.
La presencia de un ejemplo de comportamiento suicida en el entorno inmediato es otro factor. A veces es un incentivo muy poderoso para suicidarse.
Estos son los principales signos de tendencias suicidas a los que debes prestar atención, ya que es gracias a ellos que se pueden salvar muchas vidas humanas.