En su actividad profesional, un trabajador social se enfrenta inevitablemente a situaciones que suponen una seria prueba para su autoestima. La baja autoestima es a menudo la razón del estado profesional insatisfecho.
Debido a la soledad, las enfermedades mentales y la carga de años pasados, los clientes a menudo llevan una enorme carga de emociones negativas. Trasladan sus preocupaciones al trabajador social. Y él, tratando de sumergirse en los problemas de su cliente, se siente abrumado por un sentido de compasión. Esto lo desequilibra y lo desequilibra y puede generar sentimientos de culpa en el trabajador social.
No siempre un trabajador social puede dar inmediatamente una respuesta exhaustiva a la pregunta de un cliente. Esto puede provocar malentendidos y agresión por parte de la persona que abordó el problema. El propio empleado considerará que su incompetencia es la razón del contacto no resuelto. Una falla única puede dejar una fuerte huella en el trabajo, lo que se convertirá en un motivo para que un trabajador social dude de su idoneidad profesional. Sin embargo, la razón de un estado tan incómodo será la incapacidad del empleado para evaluarse a sí mismo.
Algunos trabajadores sociales se culpan a sí mismos por su bienestar en comparación con la vida de sus clientes. A menudo, esta condición ocurre debido a la presión del cliente sobre la compasión. Pero no olvide que una persona misma es la dueña de su condición. El auto-abuso no ayuda ni al trabajador social ni a su cliente.
Hay varias formas de solucionar este problema profesional. Primero, no hay necesidad de tener miedo de buscar ayuda de un psicólogo o supervisor local. No importa qué tan bueno y experimentado sea un trabajador social, no siempre puede hacer frente a los sentimientos de impotencia y baja autoestima por sí solo.
En segundo lugar, es necesario abandonar las actitudes negativas. Si una persona piensa en cosas malas, lo más probable es que esto le suceda. Si sus pensamientos son positivos, los clientes que se acerquen a usted lo sentirán.
En tercer lugar, debes deshacerte del sentimiento de lástima. Todos en este mundo logran lo que son capaces de hacer. No puede haber conexión entre su bienestar y el problema de otra persona. Los trabajadores de la esfera "de persona a persona" deben recordar esta regla como una de las fundamentales.
En cuarto lugar, no debes esforzarte por la imagen que tus clientes crean para ti. Recuerda que no eres un mago. Los resultados del trabajo social no son visibles en absoluto o están muy retrasados en el tiempo.
Finalmente, ámate a ti mismo como eres. No olvides tu singularidad, que estás haciendo una causa noble, ayudando a otras personas a resolver sus problemas.