Los enemigos pueden ser derrotados, pero no tan rápido como nos gustaría. Primero, debes determinar qué tipo de enemigos quieres derrotar. Después de todo, los insectos domésticos también pueden llamarse enemigos. En lo que respecta a la victoria en sí misma, que alguien gane la ventaja en una disputa importante es derrotar al enemigo. El grado de tu victoria sobre ellos dependerá de qué tan correctamente definas a los enemigos. Vamos a empezar.
Es necesario
Buena capacidad de comunicación
Instrucciones
Paso 1
Derrota el acoso de tus compañeros. Desafortunadamente, el lugar de trabajo puede convertirse en un campo de batalla en el que el acoso psicológico se convierte en el arma principal. Si se ha convertido en objeto de acoso, no se asuste. Intente aclarar el malentendido lo antes posible. Es inútil buscar a los culpables para sus fines justificativos. No perciba a sus colegas como fuerzas de coalición, sino busque acercarse a cada uno individualmente. Con respeto y discreción, tratando de calmar la situación, haga preguntas específicas al acosador principal. Sea consciente de sus palabras. Aquí es importante no solo lo que dices, sino también en qué tono te comunicas con los provocadores. Una buena guía para ti será el consejo del sabio rey Salomón: “Una respuesta mansa aparta la ira, pero una palabra hiriente despierta la ira”. La bondad y la calidez pueden derretir el hielo de la desconfianza y el prejuicio. Mantén una actitud amistosa. Por supuesto, esto no significa que debas convertirte en un adulador y un tonto. No estás en absoluto obligado a hacer dócilmente todo el trabajo que se te ha encomendado y sacrificar tus principios en aras de la victoria.
Paso 2
Conquista tus hábitos. Según el periódico canadiense The Globe and Mail, más del 14% de la población del país está esclavizada por hábitos nerviosos. Estos son hábitos como rizar el cabello alrededor de un dedo, golpear o mover una pierna y morderse las uñas. Según Paul Kelly, psicólogo, tales acciones se explican por el estrés de una persona "capturada" y que necesita ayuda para superar el estrés. Según el periódico antes mencionado, según los expertos, puede desarrollar una estrategia y aprender a reprimir esas cosas en usted mismo. Si notas movimientos nerviosos, debes concentrar tu atención en momentos positivos tranquilos, además, muchas personas se ven derrotadas por hábitos como la tendencia a posponer todo para mañana, sentarse en exceso a ver la televisión, ir de compras sin rumbo. Independientemente de lo que tenga que luchar personalmente, tenga confianza en su victoria. Los malos hábitos son como caminos que una persona ha recorrido durante décadas. Pero, si comienza a trazar nuevos caminos, los viejos simplemente crecerán en exceso. Crea una nueva forma de lidiar con situaciones repetitivas. No tienes que mantenerte en el camino; deja que la comprensión de que los malos hábitos son crueles caballeros es otro incentivo para la victoria.
Paso 3
Conquista la desesperación. Las deficiencias personales o las de los demás a veces nos llevan a un estado de frustración. En este caso, uno debe admitir honestamente que es imposible protegerse completamente de cualquier palabra hablada descuidadamente o acto irreflexivo. Sin embargo, no levante la bandera blanca, dejando que el ganador le quite la alegría; un enemigo como la depresión a veces puede ser derrotado con un buen descanso y una buena comida. Los grandes problemas parecen mucho menores si duermes lo suficiente. Pero si el problema no se resuelve de esta manera, entonces necesita la ayuda autorizada de los aliados para vencer la desesperación. El aliento necesario puede obtenerse de amigos maduros. Pero en este caso, debes tomar la iniciativa. Sin culpar a nadie, hable de sus experiencias. Sea específico acerca de los eventos que lo han inquietado y lo que necesita cambiar. Pida consejo: al aceptar ayuda y enfrentarse con valentía a las dificultades personales, como los sentimientos heridos o la pérdida de un ser querido, obtiene otra victoria. Miles de personas pudieron superar el desánimo y continuar viviendo una vida plena.