La incertidumbre en la propia belleza dificulta vivir en armonía con uno mismo y disfrutar de la vida. ¿Alguna vez has pensado en cómo los demás tratan tu apariencia de la manera en que tú les permites pensar en ti?
Instrucciones
Paso 1
Estás conscientemente solo para que nadie te ofenda inadvertidamente con una mirada de soslayo o una palabra grosera. Te niegas obstinadamente a creer en tu propio atractivo, que incluso tus amigos están cansados de recordarte, agitando la mano hacia ti. Si estas palabras son correctas, considere en qué está convirtiendo su propia vida. Mírate a ti mismo como desde fuera. ¿A quién ves? ¿Una persona que colecciona el ridículo? Ahora abrázate mentalmente y prepárate para un cambio.
Paso 2
Párese frente a un espejo que muestre su reflejo de cuerpo entero. Considérese a sí mismo como un todo, prestando atención hasta al más mínimo detalle. Estudia tu cuerpo con detenimiento, no te pierdas ni un solo detalle. Luego diga en voz alta lo más fuerte y decisivamente posible: “Este soy yo. De ahora en adelante me amo tal como soy . Repita estas palabras con la mayor frecuencia posible durante el día.
Paso 3
Cuidado con los niños pequeños. Les encanta correr desnudos y percibirse a sí mismos como son. El cuerpo es una herramienta que los niños utilizan al máximo. En lugar de pensar en el reflejo en el espejo, tienen muchas otras cosas interesantes y alegres en la vida que les dan verdadero placer.
Paso 4
Sonríe para ti mismo y para los demás con más frecuencia. Felicita a tu cuerpo, acéptalo con dignidad de parte de los demás. Date cuenta de tu importancia en esta casa, ciudad, en este planeta. Su presencia en él es valiosa en sí misma, y todavía hay familiares y amigos. Y no te aman por unos ojos bonitos o un perfil antiguo, sino por percibir tu personalidad como un todo, con todo el bagaje de defectos y ventajas.
Paso 5
Cualquiera que sea la metamorfosis que ocurra con tu apariencia, recuerda que tu cuerpo es único, no hay otra persona del mismo tipo en la tierra. Tu inconsistencia imaginaria con ciertos estereotipos, quizás, es el entusiasmo por el que tus familiares te aman. No luches por el ideal, que no existe en la naturaleza, sino por el yo. Después de todo, si usted mismo no se ama a sí mismo, ¿cómo lo amarán los demás?