Para estar en contra del mal, debes ser consciente de las condiciones en las que cualquier persona común se vuelve malvada. El reconocido psicólogo Philip Zimbardo habló sobre la psicología del mal y la psicología de un héroe en su charla TED.
3 factores que influyen en el mal
Para estar en contra del mal, necesitas saber bajo qué condiciones surge el mal. El mal surge bajo la influencia de tres factores:
- la persona misma, sus cualidades personales, carácter;
- peculiaridad de la situación, circunstancias;
- un sistema que pone a una persona en una determinada situación y crea la posibilidad de que ocurran estas situaciones.
Consideremos estos factores en orden.
Primero. De hecho, hay pocas "malas bromas", como dijo Philip Zimbardo. Solo alrededor del 1% de las personas pueden dañar a otra persona simplemente porque tienen ese carácter o una personalidad sádica.
Las situaciones en las que una persona se inclina a mostrar el mal son situaciones nuevas y desconocidas. Cuando los estereotipos habituales de comportamiento no funcionan, no encajan. Nadie es inmune a esto. Sin embargo, en cada situación desconocida, tenemos una opción: entregarnos al mal o resistirlo, demostrarnos que somos un héroe.
Tercera. El mal es el resultado del trabajo de un sistema que pone a una persona en ciertas condiciones, le otorga poder sobre otras personas. El mal, según Philip Zimbardo, siempre se asocia con la fuerza, con la capacidad de usarla en relación con otras personas.
Condiciones en las que es difícil estar en contra del mal
Entonces, descubrimos que la mayoría de las personas se oponen por naturaleza al mal, no están inclinadas a infligir dolor y sufrimiento a otras personas. También descubrimos que cada uno de nosotros puede entrar en una situación desconocida para la que no habrá patrones de comportamiento preestablecidos; en tal situación, es más difícil resistir el mal. En consecuencia, el origen del mal se encuentra en un sistema que coloca a la persona común en condiciones especiales.
Cualquiera de nosotros puede volverse malvado, como demostró Stanley Milgram en su experimento. Realizó una serie de experimentos en los que participó gente corriente, como usted y yo. Resultó que en una determinada situación el 90% de nosotros somos capaces de torturar deliberadamente a otra persona, infligirle dolor y sufrimiento, sabiendo que el otro puede resultar gravemente herido y recibir heridas incompatibles con la vida. La pregunta es, ¿cuáles son las condiciones en las que una persona común se convierte en villana?
Philip Zimbardo menciona tres condiciones en las que es difícil estar contra el mal.
La primera condición es la sumisión incondicional a la autoridad. Esto significa que si alguien está dispuesto a asumir la responsabilidad por el daño que hemos causado, libera nuestras manos. Para resistir este factor, no ceda su responsabilidad a nadie. Recuerde de quién es la mano que está presionando el botón: su mano significa su responsabilidad. Tu responsabilidad personal es tu hilo conductor para ayudarte a enfrentarte al mal.
La segunda condición es la falta de rostro, la uniformidad. Es más fácil que el malvado se convierta en una multitud de su propia especie. Culturas en las que se acostumbra unificar a los combatientes (usando uniformes), ocultar su identidad (bajo máscaras o pintura de guerra), hacerlos anónimos, mostrar una gran crueldad durante las hostilidades. Si sigue siendo usted mismo, no use una máscara y actúe en su propio nombre, ya no querrá dañar a otras personas.
La tercera condición es una sensación de impunidad. Si sabe que el resultado de sus acciones no será verificado, evaluado o castigado por nadie, esto le libera las manos nuevamente. Debe recordarse que el controlador más importante es usted mismo, su propia conciencia y moralidad.
Para estar en contra del mal, debe controlar estas condiciones, especialmente en situaciones nuevas y desconocidas. Para no enojarse, en una situación crítica desconocida debe aferrarse a su responsabilidad (no delegarla en una autoridad superior), permanecer usted mismo (no unirse a la multitud, no esconderse detrás de sus espaldas) y estar seguro,que sabrán de tus atrocidades y lo que ya saben sobre ellas, tú mismo lo sabes
Según Philip Zimbardo, el que está contra el mal es un héroe. Un héroe es una persona común que actúa cuando todos están inactivos y lo hace por el bien común, no por el suyo. Philip Zimbardo está convencido de que todos debemos convertirnos en héroes que esperan la situación adecuada para demostrar su valía y luchar contra el mal.